UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN
AGUSTIN DE AREQUIPA
FACULTAD DE ECONOMÍA
Joseph E. Stiglez*
Reformar la Ciencia Economía
Traducido por: Adolfo Prado Cárdenas, Dr. En Ciencias Económicas
Presentación:
El motivo de haber traducido parte de
la obra última de Stiglez: (…..) es de generar en el seno de profesores,
estudiantes e interesados en la ciencia económica y en particular en la
formación de los futuros economistas intercambio de opiniones, discusiones,
debates sobre los retos actuales de la
ciencia económica y de los economistas, particularmente de la facultad de
economía. Ello en la medida que constatamos que esta ausente o pareciera que es
ajeno a nosotros tratar los grandes problemas que hoy atraviesa el sistema
capitalista mundializado (la gran crisis que se ha desatado a partir del
noviembre del 2008).
Hablar de universidad, es hablar
indudablemente de las ciencias….es el punto primero para hacer vida académica; Actualizar cada cierto tiempo el currículo, el plan de estudios, las
sumillas, el proceso de enseñanza, aprendizaje, etc.…., reflexionar sobre los
acontecimientos económicos mas importantes ya sea a nivel local, regional,
nacional e internacional. Indudablemente para ello es importante el generar las
condiciones propicias para que la vida académica sea posible, relaciones
institucionales que se basen en el respeto,
la consideración entre quienes integramos la facultad, la generación de
espacios democráticos donde se debata con amplia libertad los problemas, sin
miedos o temores a criticar o analizar….los problemas señalados.
Una universidad, una facultad ajena a su entorno, a la realidad no es
universidad, no es facultad, no podemos vivir como “autistas”, respecto a nuestro entorno por que al final
ese es el espacio de trabajo de nuestros futuros economistas. Esperamos que el
presente trabajo excelente de J. Stiglez sirva para desempolvarnos de todo tipo
de prejuicios y trabajemos por una reforma de la vida académica universitaria,
una reforma académica en la facultad como base para hacer posible la
acreditación que tenga como marco una
democracia y transparencia de nuestra vida académica.
*Traducción del libro
publicado por Joseph Stiglez: “Le triomphe de la cupidité”, ed. Babel, Paris,
2010, Chapitre 9 Réformer la science économique.
Capitulo 9
Reformar la Ciencia Económica
Hay cantidades de reproches al analizar esta crisis – hemos visto el rol de los
reguladores y de los legisladores, de la Federal Reserve y de los financistas.
Cuando unos y otros
efectúan su trabajo, sustentan que lo que hacen es justo y la mayor parte del tiempo
sus argumentos reposan sobre un análisis económico. Si nosotros continuamos a pelar el ajo de
“esto que se ha descarrillado”, los economistas no podrían escapar a nuestro
examen. Cierto todos no han participado en la exaltación de júbilo de los mercados libres: todos no
eran discípulos de Milton Friedman. Sin
embargo, un porcentaje sorprendentemente elevado ha pecado en este sentido. Estos han sido malos consejeros, pero hay más: ellos han
fracasado en su misión fundamental de
predicción y previsión. Los economistas
que han visto venir el desastre han sido relativamente pocos. No es por
accidente que aquellos que han preconizado las reglas responsables de la catástrofe han sido también ciegos por
su fe en los mercados libres y que no
pudieron ver los problemas que
ellos mismos creaban. Pero como los economistas no están sin duda prestos a admitirlo, la economía ha pasado
del estatuto de disciplina científica al de supporter,
el más entusiasta del capitalismo de libre mercado. Para lograr reformar su economía, pueda ser
que los Estados-Unidos deban comenzar por reformar su ciencia económica.
La guerra de las ideas
Durante la Gran Depresión, la
profesión de los economistas, en particular en Norteamérica, ha conocido días
difíciles. El paradigma dominante, entonces como hoy día Juzgaba a los mercados como eficaces y capaces de autocorregirse. Cuando
la economía se han hundido en la
recesión después de la depresión, numerosos especialistas han dado un consejo
simple: no hagamos nada, esperemos. La economía va ha restablecerse rápidamente. Muchos también
han sostenido como André Mellón, secretario del Tesoro del presidente Herbert
Hoover: La recesión había reducido los ingresos fiscales más rápido que los
gastos públicos. Para restaurar la “confianza” estimaban los conservadores del presupuesto de Wall Street era necesario reducir también los gastos para llevarla
al nivel de los ingresos.
Siendo presidente en 1933 Franklin Roosevelt ha
preconizado otra orientación, recibió
apoyo del otro lado del Atlántico: John Maynard Keynes quien aconsejaba aumentar los gastos para estimular
la economía – dicho de otro modo incrementar el déficit. A los ojos de aquellos
que la idea misma de una acción del Estado los dejaba escépticos, era lo
máximo de la abominación. Para ciertos,
era el Socialismo. En efecto Keynes intentaba salvar el capitalismo mismo;
sabia que una economía de mercado
incapaz de crear empleos no podía sobrevivir. Sus discípulos
norteamericanos, como mi profesor Paul
Samuelson, sostenían que una vez la economía lleve al pleno empleo podría regresase a las maravillas del libre
mercado.
Durante la Gran Recesión de 2008,
numerosas voces se han levantado para criticar el New Deal de Roosevelt, para
decir que había en realidad
fracasado y mismo agravado las cosas
(1). Según ellos, ha sido la Segunda Guerra Mundial que había terminado por
sacar a Norteamérica de la Gran Depresión. Es en parte verdad – pero sobre todo
porque el presidente Roosevelt no ha logrado mantener una política coherente de
gastos expansionistas a nivel nacional. Exactamente como hoy día, mientras que
aumentaban los gastos federales, los Estados reducían los suyos (2). Y en 1937,
las preocupaciones que inspiraban la amplitud del déficit han conducido a
reducir los gastos de los Estados (3). Pero los gastos de guerra son todo igual
como los gastos – bien que ellos no mejoran la futura productividad de la
economía ni directamente el bienestar de
los ciudadanos. los adversarios de
Roosevelt reconocen que, si los gastos del New Deal no han sacado la economía de la depresión,
los gastos de guerra lo han hecho.
Cualquiera que sea, la Gran depresión ha mostrado que la economía de
mercado no se corregía absolutamente sola- al menos en los plazos pertinentes
(4).
En 1970, había un nuevo problema, la
inflación y una nueva generación de economistas. El problema de los años 1930
había sido la deflación, la baja de
los precios. Para los jóvenes economistas que se afirmaban en los años 1970 era
historia antigua. Una nueva recesión profunda parecía inimaginable. Si hubo recesiones después de la guerra,
era por que la mayor parte del tiempo la Federal Reserve había demasiado cerrado los frenos del
crédito, lo que confirmaba los prejuicios conservadores: Era evidentemente los
fracasos del Estado, no del mercado, que explicaba todas las distancias con
relación a la perfección.
Había sin embargo otros puntos de
vistas. Según el eminente historiador de economía, Charles Kinndleberger, una
crisis financiera había explosionado casi cerca de cada diez años durante los
cuatrocientos últimos años (5). Por que el cuarto de siglo 1945-1971 fue figura
de excepción: había conocido
fluctuaciones, pero ninguna crisis bancaria en el mundo, salvo en el
Brasil en 1962- Antes como después de este periodo, esas crisis han sido
recurrentes en la vida económica. Los profesores Franklin Allen, de la Wharton School de la Universidad de
Pennsylvania y Douglas Gale, de la Universidad de New York, han dado una
explicación convincente de esta ausencia de crisis durante veinticinco años que
han seguido a la segunda guerra mundial: La necesidad de una reglamentación
fuerte era entonces reconocida en todas partes del mundo (6). Esta gran
estabilidad puede ser uno de los factores
que explican las tasas de crecimiento elevados de esta época. La
intervención del Estado ha creado una economía más estable – y ella misma ha
contribuido al crecimiento rápido y a
progresos de la igualdad durante este periodo.
En los años 1980 se ha producido un
viraje pasmoso: la tesis del mercado eficaz
y capaz de autocorregirse ha vuelto a rehacerse, en los medios políticos
conservadores pero también en las secciones de economía de las universidades norteamericanas. Esta
visión del libre mercado no era conforme
ni a las realidades, ni a los avances recientes
de la teoría económica, que habían mostrado que, mismo con mercados competitivos y una economía cerca
del pleno-empleo, los recursos no serian probablemente colocados eficazmente.
La teoría del equilibrio general.-
La corriente central de la teoría
económica a sido dominada durante mas de un siglo por el modelo llamado de
equilibrio general o Walrrasiana, del nombre de matemático y economista francés
León Walras, que lo expuso por primera
vez en 1874 (7). Según el, la economía estaba en equilibrio –parecido al
equilibrio newtoniano en física: los precios y las cantidades se determinan
equilibrando la oferta y la demanda. Uno de los grandes éxitos de la ciencia
económica moderna ha sido en utilizar este modelo para evaluar la eficacia de
la economía de mercado. Adam Smith publica su celebre tratado La Riqueza de las Naciones, donde sostenía
que la búsqueda del interés personal conduciría al bienestar general de la
sociedad. Ciento treinta cinco años más tarde, Kenneth Arrow y Gerard Debreu,
utilizando el modelo Walrasiano, precisaron los postulados necesarios para que
la intuición de Smith sea correcta (8). La economía no era eficaz, en el
sentido en que no se puede mejorar la situación de una persona sin agravar el
de otra, sino en condiciones muy restrictivas (9).
No es suficiente que existan mercados
competitivos: es necesario que los mercados de seguros sean completados (se
debe poder comprar un seguro contra todo riesgo concebible), para que los mercados de capitales sean perfectos
(se debe poder prestarse tanto como se
quiera, por largo tiempo que se quiera, a tasas de interés
competitivas, ajustadas al riesgo) y no podría haber ni externalidades, ni
bienes públicos. Las situaciones en las cuales los mercados no llegarían a
producir resultados eficaces han sido llamados,
todo naturalmente como fracasos
del mercado.
Como es frecuentemente en el caso de las disciplinas científicas, el
trabajo de esos autores a inspirados inmensas investigaciones. Las condiciones
en las cuales habían demostrado la
eficacia de la economía eran si restrictivas que se podía preguntarse si no era
necesario renunciar totalmente a calificarlos a los mercados de eficaces.
Ciertos fracasos, a pesar de su gravedad, no exigían sino una intervención
limitada del Estado. El mercado podría crear una externalidad, por ejemplo una
contaminación excesiva, pero el Estado podía establecer reglas limitando la
contaminación o hacer pagar a las empresas por haber emitido contaminantes. Los
mercados podían resolver a pesar de todo, la mayoría de los problemas
económicos de la sociedad.
Otros fracasos del mercado poseían
problemas más espinosos. Las imperfecciones de los mercados de riesgos, por
ejemplo: los particulares no podían asegurarse contra numerosos riesgos muy
graves a los cuales están confrontados.
Los economistas se han preguntado si, con esta imperfección, los mercados
permanecerían a pesar de todo, en un sentido cualquiera, eficaz.
Frecuentemente, en las ciencias,
ciertas hipótesis son rigurosamente defendidas o implementados en el espíritu
que nadie tiene conciencia que ellas no
son sino hipótesis. Cuando Debreu enumero
aquellas que el debió hacer para probar la eficacia del mercado, no
menciono este postulado implícito: todo el mundo tiene una información perfecta. Había supuesto también que los bienes o
mercancías son uniformes: hay casas, vehículos, un poco como las Ideas
plutonianas (10). Nosotros sabemos que
el mundo real es más caótico. Entre las casas como entre los vehículos, puede
haber diferencias muy complicadas. De igual forma, a los ojos de Debreu, el
trabajo es una mercancías como otra.
Todos los trabajadores no calificados eran idénticos.
Los economistas suponían información
perfecta muy a pesar que sabían muy bien
que no lo era. Los teóricos esperaban que
un mundo con información imperfecta se pareciera mucho a un mundo con
información perfecta, al menos en tanto que las imperfecciones de la
información no eran demasiado grandes. Pero esto no era sino una esperanza. Es
mas, que quiere decir esto, de las
imperfecciones de la información muy grandes? Los economistas no tenían ningún
medio riguroso para medir la amplitud de esas imperfecciones. Con toda evidencia, el mundo se desbordaba.
Cada trabajador era diferente, cada producto también: se gastaba recursos
considerables para encontrar que
trabajador o que producto era mejor que
los otros. Las compañías de seguros dudaban de asegurar a los clientes que se
presentaban por que ellos no estaban seguros de los riesgos, y los
prestamista prestaban dinero a los
prestatarios potenciales por que no
estaban seguros de ser reembolsados.
Uno de los argumentos populares a favor
de la economía de mercado era que ella estimulaba la innovación. Por tanto.
Arrow y Debreu habían postulado la ausencia de toda innovación; si había progreso tecnológico, su ritmo no
era influenciado por ninguna decisión tomada en la economía. Estos economistas
eran conscientes, evidentemente, de la importancia de la innovación. Pero era como la información imperfecta: su
aparato técnico hacia mal en tratar el
problema. Las conclusiones de estos autores sobre la eficacia del mercado
restaban validas en un mundo donde la
innovación existía? Los campeones del mercado no podían esperar. Pero, por el hecho mismo de sus postulados, este modelo no
podía tratar ciertos problemas cruciales – como de saber si el mercado había
asignado a la innovación de recursos suficientes, o si había orientado bien los gastos de innovación.
La generalización de los resultados
del modelo walrasiano planteaba entonces problemas: eran ellos sensibles a los
postulados de información imperfecta, de mercados de riesgo perfecto, de
ausencia de innovación, etc.? Las respuestas a estos problemas han sido
formulados claramente en una serie de artículos que he escrito con varios
coautores, particularmente, mi colega de la universidad de Columbia Bruce
Greenwald (11). Nosotros hemos demostrado que Arrow y Debreu habían señalado el
único conjunto de condiciones en la cuales los mercados son eficaces. Cuando
ellos no son satisfechos, hay siempre intervenciones del Estado que pueden
mejorar las cosas para todo el mundo. Nuestro trabajo también a
probado que igualmente las
pequeñas imperfecciones de la información (y en particular las asimetrías de
información. donde una persona tiene una información que no la tienen los
otros) modifican considerablemente la naturaleza del equilibrio del mercado.
Con los mercados perfectos (información perfecta comprendida), hay siempre
pleno empleo; con una información imperfecta, puede haber desempleo. Es falso
que un mundo donde la información es casi perfecta se parezca mucho a un mundo
donde ella es perfecta (12). De la misma manera, si es verdad que la
competencia puede estimular la innovación. No es verdad que los mercados sean
eficaces para determinar el monto ideal de los gastos a consagrar esta última o la mejor orientación de la
investigación.
La reacción.-
Estos nuevos resultados muestran que
la hipótesis de la eficacia de los mercados no tiene ninguna base científica.
Cierto. Los mercados generan incitaciones, pero sus fracasos están
omnipresentes y hay distancias persistentes entre los beneficios sociales y beneficios
privados. En ciertos sectores – como la salud, los seguros y la finanza -, los
problemas eran mas importantes que en otros lados, y el Estado, todo
naturalmente, había concentrado su atención sobre estos dominios.
El Estado estaba evidentemente
confrontado a las imperfecciones de la información. A veces, había acceso a una información que
el mercado no tenia, pero lo más importante, es que había otros objetivos y
otros medios. Podía por ejemplo, desincentivar el tabaquismo, mismo si la industria de los cigarros era
rentable. Por que comprendía que había otros costos sociales (como la suba
de los costos de salud) que no eran asumidas por las compañías del tabaco. Podía hacerlo reglamentando la publicidad y
aumentando las tasas.
Los economistas universitarios de
derecha no han recibido estos nuevos resultados con entusiasmo. Al comienzo,
ensayaron buscar postulados ocultos, errores de cálculo, otras formulaciones
posibles. Este tipo de “errores de análisis” llego rápidamente – como lo prueba
los trabajos anteriores sobre la eficacia de la economía de mercado. Pero las
tentativas de refutación todas han fracasado;
un cuarto de siglo después de la publicación de nuestro trabajo, estos
resultados siempre se mantienen.
No les queda entonces a los
economistas conservadores que dos opciones: La primera consistía en decir que
los problemas que nosotros los habíamos planteado. Como aquellos que planteaban
las imperfecciones de la información, eran argucias teóricas. Aquellos que han
hecho esta elección han regresado a la vieja argumentación probando que con una información perfecta (y todos los otros postulados) los mercados
son eficaces, agregando simplemente como consecuencia en un mundo donde la información era
ligeramente imperfecta era un mundo casi perfectamente eficaz. Ellos han
ignorado los análisis que mostraban que
asimismo las pequeñas asimetrías de información
pueden tener efectos muy grandes. También han ignorado pura y simplemente los
numerosos tratados de economía reales- cuyos episodios repetidos de desempleo
masivo- que no podían ser explicados por los modelos donde la información es
perfecta. Han preferido concentrarse
sobre algunos hechos que eran compatibles con sus modelos. Por tanto, no tenían ningún medio de probar que el
mercado era casi eficaz. Era una posición teológica, y rápidamente hemos
comprendido que ninguna prueba, ninguna investigación teórica les haría cambiar de opinión.
La segunda respuesta no tiene nada
sobre la economía en tanto transfería el
debate sobre el plano político: los mercados son ineficaces, de acuerdo, pero
el Estado es peor. Era una curiosa actitud intelectual: los economistas se
transforman repentinamente en politólogos. El Estado ha jugado un rol crucial
en los éxitos de todos los países que han logrado éxitos, Estados-Unidos
comprendido. Al término de los capítulos precedentes he avocado ciertos aspectos- en la
reglamentación de los bancos, la lucha contra la contaminación, los esfuerzos
de educación y también la investigación.
El Estado ha jugado un rol
particularmente importante en las brillantes economías del Asia oriental.
Después de tres o cuatro décadas, la suba de los ingresos por habitante en esta
región es sin precedentes en la historia. En la casi totalidad de estos países,
el Estado ha tenido un rol activo de promoción del desarrollo a través de los
mecanismos del mercado. La China a tenido una tasa de crecimiento media de 9.7%
por año durante mas de treinta años y ha
tenido éxito en extraer de la pobreza a centenas de millones de personas. En el
Japón, el impulso de crecimiento dirigido por el Estado a sido anterior, pero
Singapur, Corea del Sur. Malasia y otros
países han seguido y adoptado la estrategia japonesa y multiplicado por ocho su
ingreso por habitante en un cuarto de siglo.
Cierto, los Estados pueden
equivocarse, como los mercados y los seres humanos. Pero, en Asia oriental y en
otros lados, sus éxitos han pesado mucho fuerte que sus fracasos. Para reforzar
el dinamismo económico es necesario
mejorar los mercados y el Estado. Decir que el Estado no debe intervenir en
caso de fracaso del mercado por que el Estado mismo fracasa a veces, es avanzar un argumento que no
tiene sustento –todo como es sin fundamento el razonamiento inverso: los
mercados fracasan a veces, por tanto es necesario abandonarlos.
El fracaso del modelo neoclásico.-
El modelo de los mercados perfectos
es a veces bautizado como “modelo
neoclásico” (13). La economía es considerada como una ciencia predictiva: por
tanto, muchas predicciones cruciales de
la economía neoclásica pueden ser rechazadas en conjunto. La mas evidente es que desempleo no existe (14). De la misma
manera que el equilibrio del mercado implica que la oferta y la demanda de
manzanas sean iguales, de la misma manera (en esta teoría) la oferta y la
demanda de trabajo son iguales. En el modelo neoclásico, toda distancia con relación
al equilibrio es muy breve– si disperso
que no vale la pena de malgastar los recursos del Estado para
rectificarlos. Créalo o no, existen economistas ortodoxos –uno reciente
laureado con el Premio Nobel de economía- que estima que la crisis actual no es muy grave: algunas personas disfrutan
un poco mas de su tiempo libre de lo que
no lo habrían tenido normalmente.
No es la única conclusión rara de la
economía neoclásica. Sus adeptos sostienen también que el racionamiento del
crédito no existe: todo el mundo puede prestarse tanto como quiera, a una tasa
de interés que refleje como conveniente
el riesgo de falta de pagos, naturalmente. Para estos economistas. El liquidity crunch que se produjo el 15 de setiembre del 2008 no
era sino un fantasma: esta “penuria de liquidez” era una ficción debido a la
imaginación de alguien (15).
Un tercer ejemplo del divorcio entre
la teoría económica ortodoxa y la realidad concierne la estructura financiera
de las empresas: Que una firma se
financie prestándose o vendiendo acciones es parecido. Tal ha sido una de las
principales contribuciones de Franco Modigliani y Merton Miller, que han
recibido el premio Nobel de economía respectivamente en 1985 y 1990 (16). Como
tantas ideas neoclásicas, ella comprende una pizca de verdad - es muy instructivo seguir el razonamiento de comienzo a fin.
Según estos autores, el valor de la empresa depende únicamente del valor que
ella aporte; que lo haga esencialmente rembolsando una deuda
(pagando un monto fijo cualquiera que sea el nivel de sus beneficios) e integrando el resto a sus fondos propios,
ello no cambia gran cosa. Es como el valor de un cuarto de leche entera que se
puede asimilar a la suma del valor de leche descremada y el valor de la crema.
Modigliani y Miller ignoran la posibilidad de fracaso y los costos que le son
asociadas – y el hecho que, mas la empresa
se presta, las probabilidades de
fracaso son más elevadas. Ellos ignoran
también la información que puede transmitir la decisión de un propietario de
vender sus acciones: el vivo deseo de un accionista de vender sus partes a vil
precio enseña alguna cosa al mercado sobre su visión de perspectivas del futuro
de la empresa.
Un cuarto aspecto crucial neoclásico
que ha sido desmentido por la crisis actual es su explicación de lo que
determina los ingresos y la desigualdad. Como explicamos nosotros los salarios
relativos de los trabajadores calificados de los no calificados, o las
remuneraciones de los dirigentes de la empresa? La teoría neoclásica justifica
la desigualdad por este argumento: cada trabajador es pagado en función de su
contribución marginal a la sociedad.
Los recursos son raros, y los más raros deben costar más caro si se quiere que ellas sean bien utilizadas-
Desde este punto de vista, intervenir en la remuneración de los cuadros superiores seria interferir con la
eficacia del mercado. En el curso del
ultimo cuarto del siglo, la duda a crecido sobre la posibilidad de explicar por
esta teoría la suba en flecha de la
remuneración del los dirigentes, que pasaba en cuarenta veces el de los trabajadores medios hace treinta
años a centenas o miles de veces (17).
Los altos dirigentes no han devenido
repentinamente más productivos, ni más raros. Nada prueba que las
calificaciones del numero uno sobrepasen en este punto la del numero dos. La
teoría neoclásica no puede en absoluto explicar por que, en un cuadro
mundializado donde los diferentes países tienen acceso a tecnologías parecidas,
estas desigualdades de remuneraciones son completamente mas pronunciadas en los
Estados Unidos que en otro lado. El escepticismo que inspira esta teoría se ha
acrecentado cuando los bonos de los dirigentes
de las sociedades financieras han permanecido elevadas a pesar las pruebas
de sus fuertes contribuciones negativas tanto a las empresas que ellos
servían como a la sociedad en general.
Yo he sugerido más arriba otra explicación: en razón de los problemas de gobernabilidad
de la empresa, no hay ninguna relación
estrecha entre la remuneración y la contribución “marginal”. Si esta
explicación es verdadera ella tiene importantes consecuencias para las
políticas que consideran mejor repartir el ingreso.
Ultimo ejemplo: en la teoría
neoclásica, la discriminación no existe (18). El argumento teórico es simple:
si habría discriminación y que ciertas empresas en la sociedad no lo
practiquen, ellas van ha emplear a los miembros del grupo victima de la
discriminación porque sus salarios serian inferiores. Este mecanismo haría
remontar sus salarios hasta borrar toda diferencia entre los grupos étnicos.
Yo soy de Gary, Indiana, una ciudad
siderúrgica sobre la rivera sur del lago Michigan. Yo he crecido viendo el
desempleo crónico ampliarse de mas en mas por que la economía no cesaba de declinar.
Yo sabia que, cuando los habitantes que mi ciudad tenían momentos difíciles, no
podían pasas a la banca a tomar dinero
para restablecerse. He visto la discriminación racial. Cuando comencé a
estudiar economía, ninguna de esas conclusiones de la teoría neoclásica tenían
sentido para mi. Es parte lo que me ha motivado a buscar otra vía. Cuando era
estudiante del segundo ciclo, discutíamos entre nosotros, con mis
condiscípulos: entre los postulados de la teoría económica (neo) clásica, las
cuales eran cruciales – responsables de las conclusiones “absurdas” de esta
teoría? (19).
Era evidente, por ejemplo, que los
mercados estaban lejos de ser perfectamente competitivos (20). En un mercado
perfectamente competitivo, una empresa que baja sus precios un poquito, puede
posesionarse del conjunto del mercado. Un pequeño país no conoce nunca el
desempleo: le es suficiente reducir sus tasas de cambio para vender tanto de
sus productos que quiera. El postulado de la competencia perfecta era crucial,
pero me parecía que su impacto principal en una economía grande como la de los
Estados Unidos trataba sobre la distribución del ingreso. Aquellos que disponen
de un poder de monopolio pueden asegurarse una parte superior del ingreso
nacional – y reducir el ingreso nacional por el hecho
mismo del ejerció de su poder sobre el mercado. Pero no había ninguna
razón de creer que una economía infestada de monopolios se caracterizaba por el
desempleo, la discriminación racial o el
racionamiento del crédito.
Cuando comencé mi trabajo de
investigación en tanto joven estudiante del segundo ciclo, me parecía que había
dos postulados cruciales, el que concernía a la información y el que trataba
sobre la naturaleza misma del hombre. La ciencia económica es una ciencia
social. Ella estudia las interacciones de los individuos para producir bienes y
servicios. Para comprender sus interacciones, es necesario tener una idea más
amplia de su manera de comportarse. Son ellos “racionales”? La creencia en la
racionalidad esta bien implementada en la ciencia económica. La introspección-
y, más aun, una consideración sobre mis semejantes – me han convencido que era
un absurdo. Rápidamente comprendí que el apego de mis colegas al postulado de
la racionalidad era irracional, y que quebrantar su fe no seria simple. Por tanto elegí el ángulo de ataque más
fácil: acepte el postulado de la racionalidad, pero mostré que mismo ínfimos cambios en las
hipótesis sobre la información modificaban completamente todos los resultados.
A partir de allí. Se podía fácilmente
deducir las teorías que parecían mucho mas conformes a la realidad, por tanto de nuevas teorías del desempleo, del
racionamiento del crédito y de la discriminación, era fácil comprender porque la estructura financiera de
las empresas (su elección de financiarse
prestándose o emitiendo acciones) tenia una enorme importancia.
Homo economicus
La mayoría entre nosotros no nos
gustaría que se les asimile a la imagen del hombre que sobre entienden los
modelos económicos dominantes, este individuo calculador, racional,
egoístas e interesado. Ningún espacio
esta hecho a la sensibilidad humana, al civismo, al altruismo. Uno de los
tratados interesantes de la teoría económica, es que este modelo describe mejor
a los economistas que a los otros. Y mas los estudiantes estudien economía, más
ellos devienen como el modelo (21).
Lo que los economistas entienden
por racionalidad
no corresponde exactamente a la significación corriente de la palabra. Ellos le dan
mucho más sentido a la coherencia. Si alguien prefiere el
helado de chocolate que al chocolate de vainilla, cada vez que se le proponga
estas dos opciones al mismo precio el tomara la misma decisión. La racionalidad
implica también la coherencia en elecciones más complicadas: si alguien prefiere
el chocolate a la vainilla y la vainilla
a la fresa, cuando se le da la elección
entre el chocolate y la fresa, el elegirá siempre el chocolate.
Esta “racionalidad” tiene otras facetas.
Una entre ellas es el principio
fundamental que he mencionado en el
capitulo 5: el pasado es el pasado; es necesario siempre voltear hacia el futuro. Un ejemplo corriente
muestra que la mayoría de la gente no es
racional en este sentido. Supongamos que a Ud. le gusta mucho asistir al mach
de futbol pero que Ud. detesta mas aun hacerse mojar por la lluvia. Si alguien le da un billete gratuito para ir
a ver un mach de foot bajo la lluvia,
Ud. va ha declinar su oferta. Supongamos ahora que Ud. Ha pagado por ese
billete cien dólares. Como la mayoría de la gente, Ud. aria mal en tirar un tiro sobre los cien
dólares. Ud. Iría al mach, mismo si soporta la lluvia le molesta
verdaderamente. El economista diría que Ud. es irracional.
Lamentablemente, los economistas han
ampliado su modelo de la racionalidad mas allá del campo de aplicación que le conviene.
Cada uno descubre lo que ama – lo que le proporciona placer- realizando
experiencias repetidas. Para les helados ensaya varios perfumes. Gustan diversos tipos de
lechugas. Pero los economistas han ensayado de utilizar ese modelo para
explicar decisiones a muy largo plazo, como el ahorro para su jubilación. Esto
debería ser evidente, no hay ningún
medio de saber si se habría debido ahorrar más o menos antes que no sea demasiado tarde, y en este momento mas
medios de conocer de su experiencia! Al fin de su vida, dirá puede ser: Ah, si yo habría ahorrado mas!
Estos últimos años han sido verdaderamente pesados, y
desearía bien haber pasado una vez de vacaciones en la playa para poder
gastar un poco más hoy día. . O puede ser: Ah, si yo habría ahorrado menos! Yo
me habría totalmente mejor beneficiado de ese dinero cuando era joven! En los
dos casos, imposible de dar media vuelta para revivir su vida. Salvo si es
verdad la reencarnación, esto que hemos
aprendido no tiene ningún valor ni para
los hijos y los nietos: el contexto económico y social de los años que vienen
será muy diferente del de hoy día. En
consecuencia, no vemos bien lo que quieren verdaderamente decir los economistas
cuando ensayan de ampliar el modelo de racionalidad para elegir el perfume de
un helado a las decisiones realmente importantes de la vida, como el monto de
ahorro para su jubilación y la manera de invertirlo.
Es más, para un economista “racional”
no significa forzosamente más o menos conforme a lo que lo haría feliz. Los norteamericanos dicen que ellos trabajan
para sus familias – pero ciertos trabajan tan duro que no tiene ni un minuto para pasar con su familia. Los
psicólogos han estudiado la felicidad, y muchas de las elecciones individuales
y de los cambios estructurales de nuestra economía peligran fuertemente de no reforzarlo
(22).Las relaciones con otros es importante para sentirse bien, pero numerosas
transformaciones de nuestra sociedad los han minado- como lo ha mostrado muy
bien la celebre obra de Robert Putnam, Bowling
Alone (23).
Tradicionalmente, los economistas no
tienen gran cosa a decir sobre los lazos entre lo que hace cada uno y lo que le
aporta felicidad o un sentimiento de bienestar, en tanto ellos se concentran
sobre un problema mucho mas limitado. La coherencia (24). La investigación del ultimo cuarto de siglo ha mostrado que
los seres humanos actúan evidentemente de manera coherente – pero siguiendo
modos de comportamiento claramente diferentes de aquellos que predican el
modelo estándar de la racionalidad. En ese sentido, hacen prueba de una
irracionalidad previsible (25). Las teorías
ortodoxas, por ejemplo sostienen que los individuos “racionales” no se
interesan sino en los salarios reales y en los ingresos reales. Aquellos que tienen en cuenta la inflación. Si los salarios bajan en 5% pero los precios bajan también en 5%, no les afecta en nada. Sin embargo, pruebas
aplastantes indican que los trabajadores no les gustan que su salario disminuya.
Ellos serán mucho mas hostiles al empleador que reduce sus salarios al mismo
ritmo que una baja de los precios
que aquel que aumenta de 1%
mientras que los precios suben en 5% - mismo si la baja del salario real es
inferior en el primero.
Muchos propietarios que han intentado
de vender su casa han hecho prueba de una irracionalidad parecida. Ellos no la
venderán en tanto que no habrían
recuperado la suma que pagaron. Supongamos
que la compraron en 100,000 dólares y que su precio de mercado actual sea
de 90,000 dólares, y supongamos por otro lado que la inflación aumenta todos
los precios en 5% por año. Numerosos propietarios van esperar dos años, en
infligirse grandes dificultades en el intervalo- a fin de que los precios de la
casa sobrepase a los 100,000 dólares – mismo si, en términos reales, ellos no ganaron nada al diferir la venta.
En los capítulos precedentes, he
anotado ejemplos de comportamientos cuasi esquizofrénicos sobre los mercados
financieros. Los dirigentes de los
bancos han explicado que no anularon sus
posiciones en CDS por que no había ningún riesgo que la contra-parte fracase
- mientras que los CDS eran desafíos
sobre el fracaso de diversas contra partes. Los prestatarios, los prestamistas
y los “arregladores” que efectuaron la titularización creían todos que los
precios del sector inmobiliario aumentarían eternamente., en tanto que los
salarios reales bajaban y que las estimaciones de las futuras tasas de faltas
de pagos reposaban sobre datos históricos indicando débiles tasas. Como si
la reciente flexibilidad de las normas de admisibilidad de los prestatarios no
hacia ninguna diferencia, (26).
Los modelos dominantes de las ciencias
económicas estaban sustentados sobre hipótesis extravagantes de individuos no
solamente racionales sino híper racionales- capaces de utilizar las
estadísticas refinadas, integrando el conjunto de los datos pasados, para hacer
del futuro las mejores predicciones
posibles. Paradójicamente, los economistas que creían en los otros en disposición de hacer este tipo de predicciones no hacían ellos
mismos un buen trabajo. Ellos no vieron
la burbuja mientras que ellas se formaba
y, mismo después de su estallido, no han
previsto lo que le esperaba a la economía. Han ignorado irracionalmente los
datos cruciales y es la prueba de un
apego irracional a las ideas como “los
mercados son racionales “,” las burbujas, eso no existe” o “los mercados son
eficaces y ellos mismos se corrigen”.
Las burbujas ellas-mismas son muy
instructivas sobre la teoría económica y sobre sus comportamientos. El modelo
estándar postula no solamente la existencia de mercado a plazos (mercados donde se puede comprar y vender hoy
día maíz, por ejemplo para vender-entregar mañana), sino también sus existencia
para todos los productos: se puede comprarlos o venderlos para el día siguiente
y también para pasado mañana y asi sucesivamente hasta el fin de los tiempos.
El modelo estándar supone igualmente que
se puede comprar un seguro contra todo riesgo concebible. Estos postulados
irrealistas tienen enormes consecuencias. Si existen mercados para todos los
bienes y todos los riesgos que se extienden infinitamente lejos en el futuro y
cubren todos los peligros imaginables, las burbujas no podrían probablemente
producirse. Todos aquellos que poseen una casa se habrían asegurado contra el
riesgo de un hundimiento de los precios. Muy probablemente, la fuerte prima que
ellos habrían de pagar por estar seguro – si se supone que ellos mismos y los
mercados son racionales- les habría hecho comprender que el mercado no cree en la suba eterna de los
precios, que habría podido decir el agente inmobiliario (27).
Una burbuja, en general, es más que
un fenómeno económico. Es un fenómeno social. Los economistas suponen que las
preferencias (lo que a cada uno lo gusta
o no) son innatas. Pero nosotros sabemos muy bien que ello no es verdad. No
existe ninguna diferencia genética entre los franceses y los norteamericanos
que explicaría por que ellos aman una cocina diferente. Ninguna diferencia genética que empuje a los europeos a preferir
consagrar más tiempo en sus tiempos libres en tanto que los norteamericanos
pasan más aun en el trabajo. Ninguna diferencia genética entre las gentes de
los años 1960 que les gustaba el hula hoop y aquellos de hoy día no les gusta.
Nuestras creencias sobre el mundo son también
influenciadas por las convicciones de aquellos que nos rodean. Las opiniones de
los sindicalistas y de los grandes patrones de Wall Street difieren
particularmente sobre numerosos sujetos. Ciertos de ellos son inspirados por su
interés divergente: en general, tenemos todos ideas que se orientan hacia
políticas favorables de nuestro bienestar. Pero las mentalidades son diferentes
por otra razón: porque nosotros vivimos en medios diferentes y que en su seno
se establecen ideas comunes. La gran mayoría de los norteamericanos se ha
indignado de ver Wall Street tomar el dinero del contribuyente y pagar los súper-bonos ocasionando perdidas record. Pero el
escándalo indigna a la mayoría de la gentes
sobre Wal Street, que el
presidente Obama haya osado criticar esas primas - se sentía el populismo, el incitaba a las
masas contra Wall Street.
Los biólogos estudian el
comportamiento gregario – la manera como los animales se desplazan en grupo en
un sentido o en otro, a veces en desprecio, pareciera de su interés individual.
Los lemmings van a saltar uno después
del otro a un acantilado. Los humanos tienen algunas veces comportamientos que
parecen completamente estúpidos (28). En su libro Hundimiento, Jared Diamond muestra que los habitantes de las Islas
de Pascuas, siguiéndose los unos a los otros se pusieron a cortar los arboles –
lo que termino por destruir su civilización (29).
Las burbujas tienen características
parecidas. Ciertos son bastantes locos para creer que los precios inmobiliarios
van ha subir eternamente. Hay también escépticos - pero ellos se creen más inteligentes que
los otros, y están seguros que podrían salir de la burbuja antes que ella se
hunda. Es humano: como la mayoría de mis estudiantes, se creen todos en la
mitad superior de la clase. Las discusiones que tiene entre ellos confirman lo
que piensan. Por ejemplo que la burbuja
no va ha pasar rápidamente. Las autoridades son influenciadas también, y ellos
dinamizan todo el proceso: No hay burbujas, justo un poco de espuma; de otro
lado no podemos reparar una burbuja antes que ella estalle. Frente a estas
aseveraciones repetidas, los contradictores no pueden hacerse entender.
Cuando la burbuja estalla, todo el
mundo escribe: “Quien habría podido predecirlo ¿”. Yo estaba en una reunión en
Davos en Enero del 2008: la burbuja venia de estallar, en agosto del año
precedente, y los optimistas creían aun que ello no tendría sino apenas
consecuencias. Cuando, con dos otros colegas, explique como la burbuja se
estaba desarrollando y lo que significaba su estallido, un coro de dirigentes
del banco central de primer rango me interrumpió: “Nadie lo había predicho”,
aclamaron. Afirmación rápidamente desmentida por la misma pequeña banda que
hablaba de la burbuja después de varios años. En un sentido, esos dirigentes
del banco central tenían razón: ninguna voz creíble
en su medio no había cuestionado la
opinión dominante. Pero esto es una tautología: ninguna voz objetante de la opinión dominante habría sido juzgada
creíble. Compartir las mismas ideas era una de las condiciones de la
aceptabilidad social e intelectual.
Las
consecuencias
El carácter a veces irracional y
sistemático del comportamiento individual tiene varias consecuencias, Las
empresas hábiles pueden encontrar ocasiones lucrativas para explotar las
irracionalidades. El sector financiero ha comprendido que la mayoría de las gentes
no leen o no pueden comprender los pequeños caracteres de su contrato en su
carta de crédito. Una vez que ellos obtienen su carta, se servirán de ella y su
utilización producirá enormes comisiones. A pesar de estas comisiones
gigantescas, la mayoría de los prestamistas
no buscaran una mejor carta – en parte porque ellos pensaban que con
otra carta la extorsión seria comparable o peor. En este sentido, ellos podrían ser racionales. Los profesionales
de sector inmobiliario sabían que la mayoría de la gente no comprendía todo el
aparato de las comisiones y de los costos de transacción, que ellos “harían
confianza” a los agentes inmobiliarios, y más aun a los corredores en préstamos
hipotecarios. Ellos sabían también que el engaño no seria descubierta sino
después de un largo tiempo, después del
bloqueo a los préstamos. Mismo si ello era descubierto, no abría apenas
consecuencias. Y de todas maneras el
dinero era bueno tomarlo en tanto que todo vaya bien.
Las irracionalidades sistemáticas
pueden también crear las fluctuaciones
macroeconómicas. La exuberancia irracional conduce a burbujas y a booms, al pesimismo irracional y a las
recesiones. En el periodo de exuberancia
irracional, los particulares sub-estimaban los riesgos., ellos lo han hecho en
el pasado y cuando el recuerdo de esta crisis se atenúa es prácticamente cierto que ellos lo harán de nuevo. Cuando
los precios de los activos comienzan a subir, la gente presta sobre
la fianza en tanto que los bancos les permiten, lo que puede alimentar
una burbuja del crédito. Porque los problemas son previsibles, el Estado – al
medio de sus políticas monetarias, presupuestarias y reglamentarias- puede
tomar las medidas para ayudar al estabilizar la economía. (30)
El Estado tiene rol muy importante a
jugar: no debe solamente impedir la
explotación de las irracionalidades de
la gente, también debe ayudar a tomar las mejores decisiones. Veamos el
problema, evocados líneas arriba, del monto a ahorrar para su retiro. Uno de
los descubrimientos de la “economía del comportamiento” moderna, la rama de la
economía que explora esas irracionalidades sistemáticas, es la manera como se plantea y como se estructura
los problemas pueden influenciar en las
elecciones de las personas interrogadas. Por ejemplo si un empleador da a un
asalariado la elección entre tres tasas de cotización diferentes para su
retiro, 5%, 10% y 15%. La formulación cuenta enormemente. Si el empleador
escribe por ejemplo: “nosotros deduciremos 10% para vuestro retiro en ausencia
de otra instrucción de vuestra parte. Quiere Ud. elegir si Ud. desea 5% o 15%”. Los asalariados seguirán la sugerencia de la
empresa. Esto es lo que se llama opción por fallas,
y, si se reflexiona bien en la solución la mas sensata para las gentes en tal o tales
circunstancias y que se fije las
opciones por fallas en consecuencias, se puede
conducirlos, en promedio, a tomar las mejores decisiones (31).
Evidentemente, es importante que aquellos que hacen así su primavera no
estén en marcha de afilar su cuchillo: un
empleador que maneja su propio fondo de pensión puede tener una incitación a
agrandar sus comisiones empujando a los
asalariados a cotizar mas aun. Porque las empresas han aprendido como los
individuos hacen sus elecciones, no
puede sorprender que ellos hayan ensayado obtener beneficios de esas informaciones.
Si el gobierno norteamericano no ha
comenzado a utilizar el conocimiento de la sicología humana para prevenir los
abusos, a hecho un esfuerzo
concertado, en la primavera del
2008 para aprovechar a fin de ayudar al país a salir de la
recesión. Keynes había sostenido que los inversionistas actúan bajo el impacto
de los espíritus animales, “ de una necesidad espontanea de actuar mucho mas
que no hacer nada- y no en consecuencia
de una media ponderada de los beneficios cuantitativos multiplicados por
las probabilidades cuantitativas” (32). Si era así, y si se puede cambiar el humor del periodo,
podría ser para lograr- hacer pasar la
economía de un estado mental depresivo a un sentimiento de esperanza. Es decir
al placer de dejar lo peor
detrás nosotros. Puede ser que por estos motivos (33), dos meses después la investidura de Barack Obama , su
administración a lanzado su campaña de los “impulsos verdes”
a dicho y repite que veía los
signos de recuperación. Había razones de
esperar: en numerosos dominios, la impresión
de una caída libre había cesado; el ritmo de declinación había
disminuido – como decían los espíritus más matemáticos, la segunda derivada
había devenido positiva.
Hace mucho tiempo que los economistas
señalaban el impacto importante de las
anticipaciones sobre los actos: las creencias pueden influenciar la realidad.
En efecto, en numerosos dominios habían construido modelos, donde había
múltiples equilibrios, donde cada uno estaba relacionado a anticipaciones que
se auto realizaban. Si los actores del mercado
se extendían en muchos fracasos, ellos exigirían tasas de interés elevadas para
compensar las perdidas, pero con esas tasas de interés elevadas habría
efectivamente numerosas fracasos. Pero ellos esperaban pocos fracasos, ellos
demandarían bajas tasas de interés, y con esas bajas tasas de interés habría
efectivamente pocos fracasos (34).
Aquí, la administración Obama y la
Federal Reserve esperaban que el optimismo debiera ser contagioso. Si la gente creía que la situación se mejoraría, irían
de nuevo a consumir y a invertir –y, si eran bastante numerosos en creerles, la situación iría efectivamente a mejorarse. Pero las
anticipaciones deben tener un fundamento en la realidad. La situación se mejoraría suficientemente para responder a
las esperanzas de la gente y confirmar sus creencias? Sino, ella seria
decepcionante. Y esta decepción podría acompañarse de nuevas contracciones de
gastos y de un retorno con fuerza de la
convicción inicial: se diría que el país
esta efectivamente embarcado en una larga recesión. En los hechos había
buenas razones para preocuparse. Mismo si los bancos estaban puestos en el
cuarto trasero, mismo si los norteamericanos se sentían mas optimistas sobre el
futuro, la realidad era que la burbuja – y el optimismo irracional que
alimentaba el consumo antes del 2008 – había desaparecido (35)- Cuando había estallado muchos hogares y bancos habían sufrido grandes
perdidas. Mismo con el fin de la caída libre, mismo con el retorno a un crecimiento (ligeramente) positivo, el
desempleo iba a permanecer elevado y aun a aumentar durante mucho tiempo. Los
economistas pueden siempre jugar con estas palabras – sostener que, el crecimiento era de nuevo positivo, la recesión había
terminado. Pero para la mayoría de los
norteamericanos, yo le he dicho, la recesión no ha terminado sino cuando el pleno-empleo este restablecido
y que los salarios vuelvan a aumentar; un optimismo únicamente sustentado sobre
el freno de la caída libre y un fin técnico de la recesión no seria durable- mismo
si no se cesa de decir y de repetir a los norteamericanos que todo estaría
mejor. La discordancia entre sus esperanzas y la realidad arriesgaría por tanto
da deprimir aun mas. La excitación de los espíritus animales por el discurso no
llevaría mas lejos- Ella puede provocar
una suba temporal de los precios de la bolsa – Ella puede asimismo hacer
aumentar momentáneamente los gastos. Pero no es por el verbo que se puede salir
de una recesión tan profunda como la gran recesión del 20008.
Las batallas macroeconómicas.-
La catedral de la economía ortodoxa
tiene numerosas capillas, consagradas a problemas especializados. Cada una
tiene sus sacerdotes-y mismo su
catecismo. La guerra de las ideas que
evoque esta hecho de miles de batallas y de escaramuzas en el seno de cada una
de estas sub disciplinas. En esta sección y las tres siguiente, describo
cuatro, relacionadas a cuatro temas de la debacle en curso: la macroeconomía,
la política monetaria, la finanza y la economía de la innovación.
La macroeconomía estudia los
movimientos de la producción y del empleo y busca comprender porque las economías
son marcadas por las fluctuaciones, con episodios intermitentes de desempleo
elevado y de sub-utilización de las capacidades de producción. Las batallas de
las ideas económicas son en general influenciadas por una curiosa interacción
entre la evolución del pensamiento en el seno de la disciplina y de los
acontecimientos. Al día siguiente de la Gran Depresión, nosotros lo hemos
visto, había consensos para considerar que los mercados no se corrigen ellos mismos – o al menos no lo hacia en
plazos pertinentes ( asimismo si los mercados pueden al fin de cuentas- en diez
o veinte años –regresar espontáneamente al pleno empleo, ello no tendría
importancia) Para la mayoría de los economistas, el hecho mismo que el desempleo
había podido subir en flecha hasta cerca del 25% (en 1933) prueba bastante que los mercados no eran
eficaces. Si, después de un cuarto de siglo, los macro economistas han
privilegiado los modelos donde los mercados son estables y eficaces, esperemos
que esta crisis los conduzca a repensar sus hipótesis de base.
Dije mas arriba que los economistas
han abandonado el keynesianismo cuando
la atención a cesado de concentrase sobre el desempleo para tornarse hacia la inflación y el
crecimiento. Pero este regreso ha tenido también otro fundamento, más
conceptual. La microeconomía, que estudia el comportamiento de las empresas y
la macroeconomía que se interesa por el conjunto de la economía, han devenido,
después de Keynes, en dos sub-disciplinas separadas. Ellas utilizan modelos
diferentes y llegan a conclusiones diferentes. Los “micro modelos” dicen que el
desempleo no puede existir – pero ello era el corazón de la macroeconomía
keynesiana. La microeconomía señalaba la eficacia de los mercados; la macroeconomía,
el derroche masivo de los recursos en las recesiones y las depresiones. A la
mitad de los años 1960, los micro economistas y los macro economistas han
comprendido que esta dicotomía interna
en las ciencia economía era una situación insatisfecha (36) los unos y los otros han querido aportar
una visión unificada.
Una escuela de pensamiento –
influenciada en la concepción de las políticas de desreglamentación que han
contribuido a la crisis actual – sostenía que el pensamiento de la microeconomía, sustentada sobre el
equilibrio competitivo, daba las bases correctas de la macroeconomía. Esta
corriente, que se apoyaba sobre el modelo neoclásico (neoclassical), a sido
bautizada como la escuela de los “nuevos clásicos” (New Classical), o “escuela de chicago”, porque ciertos de sus
grandes sacerdotes enseñaban en la universidad de chicago (37). Por que ellos
creían en los mercados siempre eficaces, sus difusores – sus partidarios
aconsejaban, no inquietarse de las
fluctuaciones económicas, tales como la recesión de hoy día: ello se trata
simplemente de ajuste eficaz de la
economía a los choc externos (por ejemplo los cambios tecnológicos). Este
pensamiento tenía una prescripción fuerte para la acción pública: reducir al
mínimo el rol del Estado.
Todo, sustentando sus análisis sobre
los modelos neoclásicos (walrasianos), los “nuevos clásicos” han introducido
una simplificación suplementaria: todos los individuos son idénticos. Es esto
que se han llamado los modelos “con agentes representativos”, Pero, si todos
los individuos son iguales, no puede haber ni prestatarios ni prestamistas –
sino ellos harían simplemente pasar el dinero de su bolsillo de izquierda a su
bolsillo de derecha. No podría haber ningún fracaso. Yo vengo de sostener que
los problemas de información imperfecta están en el corazón de los análisis de
la ciencia económica moderna, pero en los modelos de los “nuevos clásicos “no
puede haber ninguna asimetría de información, donde uno sabe alguna cosa que el
otro no sabe. Toda asimetría de información revelaría una esquizofrenia aguda,
perfectamente incompatible con sus otros postulados de racionalidad total. Sus
modelos no tiene nada a decir sobre los aspectos cruciales de la crisis actual:
Que es lo que puede hacerse, si se da a los banqueros uno o dos mil millones de mas? En el modelo, los
banqueros y los trabajadores son las mismas personas. Los debates políticos
esenciales han sido todos simplemente evacues. Por ejemplo, el modelo agente
representativo excluye toda reflexión sobre la distribución. En un sentido,
ciertos juicios de valor (como aquel que niega que la distribución de los
ingresos tenga alguna importancia) son integradas en el cuadro mismo del
análisis.
Numerosas conclusiones (manifiestamente
absurdas) a las cuales llegan esta escuela son debido a esas simplificaciones
extremas y a otras del mismo genero, en esos modelos, he señalado uno de sus
resultados en el capitulo 3: los gastos que efectúa el Estado que lo llevaba ha ponerse en déficit no
estimulan la economía. Esta conclusión
deriva de la hipótesis aun más irrealista que aquella de los mercados perfectos
(38). (a) se supone que el “agente
representativo” sabe que para financiar
los gastos `públicos el Estado aplicara mas tarde impuestos. El va entonces
inmediatamente a poner el dinero a un lado para pagar. En consecuencia la baja
de los gastos de los consumidores va
compensar integralmente la suba de los gastos del Estados, (b) Es mas, se
supone que los gastos públicos no tienen ninguna inclinación positiva directa,
Por ejemplo la construcción de una ruta creada por los ingresos en lo
inmediato, pero ella puede también incitar a una empresa a engrandecerse porque
el costo de transporte de sus productos hasta el mercado ha bajado (39). Otro
ejemplo: esos economistas sostienen que indemnizar el desempleo no es
necesario, porque los trabajadores no están nunca en desempleo (ellos
aprovechan de un tiempo para diversión); de todas maneras, ellos pueden siempre
prestarse si lo desean para mantener su nivel de consumo. Mas grave: los
subsidios al desempleo son perjudiciales,
porque el problema no es una penuria de empleo – hay siempre empleos para
aquellos que lo quieren-, es una falta de esfuerzo para buscarlo, y el
seguro-desempleo no hace sino exacerbar esta “alea moral”.
La otra escuela de pensamiento,
animada por los neo keynesianos (que tienen muchas sub-escuelas), a seguido
otra vía para tentar reconciliar la macroeconomía y la microeconomía. Desde su
punto de vista, el origen del problema era el simplismo de los modelos
macroeconómicos y las miles de hipótesis irrealistas que he evocado en este
capitulo (40). Las investigaciones realizadas después de tres décadas han
mostrado que el modelo neoclásico – sobre las cuales reposan los análisis de la
escuela de chicago)- no son solidas.
Según esta escuela, la Gran Depresión
– y la Gran Recesión en curso- demostrarían una ineficacia si gigantesca que es imposible de no verla o ignorar. Sin
embargo, ha habido también numerosos fracasos
del mercado en otros momentos: ellos eran mas difícil a detectarlos pero no
menos reales. Las recesiones son como la punta emergente de un iceberg – ellas
revelarían la existencia de problemas más profundos. Cantidad de datos prueban que evidentemente este es el caso.
Porque el verdadero punto débil de la ciencia económica moderna no es la
macroeconomía keynesiana sino la
microeconomía admitida, los economistas deben elaborar una microeconomía
compatible con el comportamiento de la macroeconomía.
La ciencia económica, lo he dicho,
debe ser una ciencia predictiva. Si es verdad, la teoría de la escuela de
chicago merece una nota eliminatoria: ella no ha predicho la crisis ( como lo
habría podido, en tanto no existe ni burbujas ni desempleo?) y ella no ha tenido grandes-cosas a decir sobre lo que había que hacer cuando la crisis estallo,
salvo las recriminaciones sobre los riesgos de los déficit públicos. Su
ordenanza es simple: El Estado no debe mezclarse.
La recesión económica en curso no
solamente desacreditado la macro escuela de los “mercados perfectos”, ella
también ha intensificado los debates entre las teorías neo keynesianas. Existen
particularmente dos grandes corrientes en el neo keynesianismo. La primera
retoma la mayoría de los postulados neoclásicos, con una importante excepción
aproximadamente: consideran que los salarios y los precios son rígidos – es
decir, por ejemplo, que ellos no bajan cuando hay una oferta de mano de obra
excedentaria (del desempleo). La consecuencia es clara: si los salarios y los
precios son más flexibles, la economía seria eficaz se comportaría según el
modelo neoclásico ordinario. (41). Esta corriente comparte ciertas
preocupaciones de la escuela de chicago sobre la inflación, y se interesan poco de la estructura
financiera.
La otra corriente, probablemente la mas próxima del pensamiento de Keynes, ve
los problemas muchos mas profundos en el
mercado. Una baja de los salarios, en efecto agravaría la recesión. Porque los
consumidores reducirían sus gastos. La deflación – o mismo una disminución de la tasa de inflación por
relación a lo que se esperaba- puede conducir a las empresas al fracaso. Porque
sus ingresos no son suficientes para reembolsar
sus deudas. En este análisis, el problema viene en parte de los mercados
financieros, que por ejemplo, no
indexan los contratos de préstamos sobre
el nivel de los precios. Ello viene también en parte por otro fenómeno: cuando
la economía conoce un periodo de estabilidad, las empresas y las familias son
incitadas a tomar mas aun riesgos, y particularmente a endeudarse mas aun; cuando ellos lo hacen, la economía deviene
mas frágil – mas vulnerable a un choc desfavorable. Con un efecto de palanca
importante, nosotros lo hemos visto, asimismo una ligera baja del valor de los
activos puede provocar el hundimiento total (42).
Los consejos practico dados por cada
una de las dos corriente neo keynesianas son particularmente diferentes. Una
sostiene que las políticas que
consideran mantener la estabilidad de
los salarios forman parte del problema, la otra afirma que ellas ayudan a estabilizas la economía.
Una tiene miedo a la deflación, la otra la alienta. Una concentra su atención
sobre la fragilidad financiera- el efecto de palanca de los bancos por
ejemplo-, la otra no se interesa.
Durante el desarrollo de la crisis actual, la
escuela de chicago y las escuelas
keynesianas sobre la rigidez de los precios y de los salarios han jugado los
primeros roles en numerosos círculos donde se decidían la acción púbica. Los
fieles de la escuela de Chicago decían que no había ninguna necesidad que el
Estado realice cualquier cosa que sea; que,
si hacia cualquier cosa, esto seria probablemente ineficaz- el sector
privado tendría que rehacerlo; y que, si su acción tenia un efecto
alguno, este seria probablemente negativo. Cierto, ellos pueden dar ejemplos,
donde el Estado ha intervenido desdichadamente, y citar los
casos donde el sector privado había parcialmente anulado lo que había hecho, como cuando una suba de ahorro contrariar un
aumento de los gastos públicos.
Pero, cuando ellos declaran que el
Estado es siempre ineficaz, esta conclusión fuerte estaba
sustentada sobre modelos defectuosos que no tenían sino un lejano informe con
el mundo real y que estaban
desconectados tanto de datos estadísticos como de las experiencias históricas.
La escuela keynesiana de la rigidez de los precios y de los salarios reconocían al Estado un rol activo – sino para aplicar
un programa conservador. Debía flexibilizar los salarios, debilitar los
sindicatos y tomar otras medidas para flexibilizar la protección de los salarios.
Aun un caso donde se “sancionaba a la victima”: los trabajadores eran considerados como responsable del
desempleo que ellos sufrían. Si en ciertos países las medidas de protección del
empleo habían podido ser empujadas muy lejos, ellos no podían jugar, al gran
máximo, sino un rol ínfimo en la aparición del desempleo- y, sin ellas la
crisis actual habría sido infinitamente peor.
La batalla de la política monetaria.-
Puede ser que cuando la escuela de
Chicago y la escuela de la rigidez de los precios y de los salarios, en su lucha contra la
inflación, se han coludido para orientar la política monetaria que los
resultados han sido desastrosos (43): los bancos céntrales se han concentrado
sobre las ineficacias que aparecían cuando los precios variaban ligeramente
durante una inflación mismo moderada – y ellos han ignorado completamente los
problemas que surgían cuando los mercados financieros devenían excesivamente
frágiles. Las perdidas debidas a los fracasos de los mercados financieros
fueron mil veces superiores a las provocadas por la inflación, en tanto que se mantenía
débil o moderada.
Los dirigentes del banco central
constituyen un club muy sensible a las
modas y a entusiasmos. Ellos son mucho mas conservadores y, en el conjunto, no
creen el la intervención del Estado sobre el mercado. Es bastante curioso,
porque ellos tienen por misión
central fijar uno de los precios más
importantes de la economía.: La tasa de interés. El problema no es entonces de
saber si el Estado va intervenir o no, sino de saber cuando y como lo va ha
ser. Según los adeptos de la escuela de Chicago, las políticas del Estado son
la causa de la inflación. Los
discípulos de Milton Friedman implementan modelos simplistas al servicio de un
esfuerzo ideológico para limitar el rol del Estado. Una prescripción simple (el
“monetarismo”, que hizo furor en los años de 1970 y comienzo de los años
80) en ofrecer el medio principal:
atarle las manos obligando a aumentar la
masa monetaria a una tasa fija cada año. Una vez el Estado así domado, los
mercados podrían cumplir sus milagros.
El monetarismo reposaba sobre un
principio de base: La mejor manera de asegurar la estabilidad de precios (de
mantener la inflación a un bajo nivel) es aumentando la oferta monetaria a tasa
fija, la tasa de expansión de la producción real. Lamentablemente, justo al
momento en que esta idea estaba de moda,
los pobres se han acumulado contra ella. El monetarismo formulaba una hipótesis
empírica implícita: consideraban que la relación moneda sobre el PBI (que se
llama la velocidad de circulación) era constante. En efecto, como el los años
treinta, esa relación ha variado considerablemente, al menos en ciertos países.
El monetarismo a fracasado, y hoy en día prácticamente ningún Estado recurre a ella.
El objetivo de la inflación ha
devenido a la moda a fines de los años 1990 y en el curso de la presente
década. Cuando como “objetivo” el Estado elogia una tasa de inflación, digamos 2%.
Si la tasa de inflación sobrepasa 2%, el Banco Central sabía sobre las tasas de
interés. Más inflación sobrepasa el objetivo, mas las tasas de interés
suben. La inflación era el mal supremo,
la tarea esencial del Banco Central consiste en matar este dragón. El objetivo
de la inflación reposa en efecto sobre una creencia: si la economía comprende
como el Banco Central tomara las medidas fuertes contra toda inflación que
sobrepasa el 2%, pensemos, los sindicatos o no importa quien potro serán menos
incitados a reivindicar aumentos de
salario que impulse la inflación encima de ese nivel.
La concentración sobre la inflación
resultaba de cuatro proposiciones, donde ninguna tenía fundamentos sólidos, ni
empírico, ni teórico. Primero, los dirigentes del banco central hacen ver que la inflación tiene un impacto
negativo sobre el crecimiento, bien al contrario, en tanto que ella sea débil o
moderada (ella parece no tener ningún efecto negativo discernible – mientras
que los esfuerzos muy rigurosos para reprimirla, ello desacelerar el crecimiento (45).
Segundo, esos dirigentes pretendían que la inflación es particularmente dura
para los pobres. Cuando se entiende a los banqueros tomar parte y causa por los
pobres, debemos ser desconfiados. La verdad es que aquellos que pierden más son los portadores de obligaciones, por
que hay erosión del valor real de sus
títulos. En los Estados Unidos y en la
mayoría de otros países, las pensiones de jubilación de las personas
mayores aumentaron con la
inflación. Cuando esta deviene crónica,
mismo los acuerdos salariales proveen escalas móviles que indexan
automáticamente las pensiones sobre el costo de vida. Cierto, evidentemente los pobres sufren efectivamente
con la inflación- las pensiones no son suficientes para mantener el nivel de
vida de numerosos jubilados, y muchos, la gran mayoría podría ser, no se
beneficiarían de los bonos indexados sobre la inflación (los TIPS), donde la
razón de ser es de asegurar una protección completa contra la suba de los
precios. Y, es verdad que hubo periodos
fuertes de inflación donde los pobres han sufrido – pero no esencialmente a
causa de la inflación. La suba rápida de
los precios del petróleo a fines de los años
1970 a empobrecido a los norteamericanos – los consumidores han debido
pagar mas caro los productos petroleros que ellos compraban. Los
trabajadores evidentemente han sufrido.
El choc petrolero ha también provocado una suba de la inflación. Ciertos,
constatan una baja de los niveles de vida, la atribuyen la culpa a la inflación, pero los dos tiene una causa común*(ver al final de las notas bibliográficas) -Lo que
cuenta mas para los trabajadores es el empleo, y una suba de las tasas de
interés hace subir el desempleo, ellos sufren dos veces: por falta de trabajo y
por la presión a la baja de los
salarios.
El tercer sofisma consiste en
concebir la encomia como si ella estaría al borde de un precipicio- la menor
desviación inflacionista lo enviaría rápidamente sobre la pendiente resbaladiza
y peligrosa de una inflación de mas en mas rápida. O para usar otra metáfora,
ello consiste en pensar la lucha contra la inflación como el combate contra el
alcohol. Se dice a los antiguos alcohólicos que, si ellos llevan una solo gota
de alcohol a sus labios, ellos van a reanudar con sus excesos. Sumergir de
nuevo como se dice. De la misma manera, según los dirigentes del Banco Central,
una vez que un país a degustado el elixir de la inflación, el va al reclamar de
mas en mas. Esto que comienza como una pequeña inflación se acelera
rápidamente. Allí aun, los datos contradicen totalmente esta idea: los países
pueden tomar medidas contra la inflación cuando ella comienza a subir, y ellos
lo hacen.
El último sofisma sostiene que abatir la inflación tiene costos muy
elevados. Es necesario entonces matarla antes que ella haya comenzado. Bien al
contrario, allí aun, algunos países (por ejemplo Ghana e Israel). Han llevado
de nuevo la inflación de niveles considerables a niveles débiles a
moderados con pocos costos o gastos. En
otros países, los costos de la “desinflación” (la eliminación de la inflación)
en términos de suba del desempleo han sido proporcionales a las ventajas de la
baja del desempleo durante el periodo de la inflación.
Pero, he aquí una de las críticas más
fuertes que se ha podido formular contra el objetivo de la inflación: se presta
una atención insuficiente a las fuentes de la inflación. Si la inflación
elevada resulta de una suba considerable de los precios energéticos y alimentarios
– como en el 2006-2007-, un pequeño país que aumente sus tasas de interés no
habrá hecho gran cosa para influenciar esas fuerzas mundiales. Si, un país puede hacer bajar su tasa de inflación provocando un desempleo
totalmente masivo en el resto de la economía y que ello resultara en una baja de los
salarios y de los precios, pero el remedio es entonces peor que el mal. Los Estados Unidos han eludido el problema
excluyendo los precios de los artículos
alimentarios y de la energía de su
medida de la inflación con fines macroeconómicos. Sin embargo, en la mayoría de
los países en desarrollo, este procedimiento excluiría 50% de los determinantes
de los precios, o mas aun. Mismo en los Estados Unidos, los precios
alimentarios y energéticos son aquellos donde se preocupan las gentes. Esos
precios influyen sus anticipaciones sobre la inflación a venir y sus reivindicaciones salariales.
La crisis actual marcara la muerte
del método simplista del objetivo de la inflación por otra razón. Los
dirigentes del banco central suponen ingenuamente que contener la inflación a
un bajo nivel es necesario y casi suficiente para la prosperidad económica. Por
tanto, desde el momento que hay poca inflación, ellos puede abrir las
compuertas de liquidez, convencidos que la situación esta perfectamente
dominada o controlada. Pero ello no es así. La marea de liquidez crea burbujas
de los precios de los activos, y su estallido ha provocado el hundimiento del
sistema financiero y de la economía. La inflación puede evidentemente causar
distorsiones. Los maniáticos de la inflación (la escuela chicago y los
keynesianos de la corriente “rigidez de los salarios y de los precios”) tenían razón al decir que, porque con la
inflación todos los precios no cambian simultáneamente, los precios
relativos pueden encontrarse menos bien
alienados (46). Pero esas perdidas son débiles comparadas a aquellas que provoca la
fragilidad de los mercados financieros. La otra corriente de la economía neo
keynesiana, que se concentra sobre la fragilidad financiera, parece haber ganado
la partida. Hoy día fuerte felizmente, la mayoría de los dirigentes del banco
central comprenden que es imperativo prestar atención a los mercados financieros y a las burbujas
de los precios de los activos tanto como a la inflación sobre los productos, y
ellos tienen las herramientas para hacerlo. (47)
La batalla de las finanzas.-
La fe en la racionalidad de los mercados
tiene y esta más aun impregnada en la teoría
del mercado financiero que todo otro componente de la economía. El contagio de las ideas conservadoras de sus
actores es probablemente por alguna cosa. Creer que los mercados son eficaces y
que se autorregulan es bien cómodo para numerosos intereses particulares.
Pensar lo contrario es molestoso. Muchos, profesionales de las finanzas, ven
reales posibilidades de beneficio si se desreglamentan los mercados, Después de
todo. Las reglamentaciones son restricciones,
Casi por necesidad, allí donde se limitan lo que puedan hacer las empresas. Los
beneficios parecerán inferiores a lo
que ellos habrían sido sin esas trabas.
Yo digo que los beneficios parecerán
inferiores por que, cuando una empresa razona de esta manera, ella no toma
todas las consecuencias de la liberación de las restricciones. Los otros también van ha cambiar de
comportamiento. Nosotros sabemos de otro lado
lo que diría la teoría económica ortodoxa si es
exacto que los mercados son eficaces y competitivos: Finalmente, los
beneficios serian de nuevo llevadas a cero. El levantamiento de las restricciones
podría permitir a la primera empresa de aprovechar la ocasión nueva y aumentar los beneficios, pero los beneficios
de este género se disipan. Ciertas
firmas comprenden que no hay sino dos
maneras de hacer durablemente los beneficios: ser más eficaz que sus
competidores o encontrar como hacer
funcionar los mercados imperfectamente.
La batalla intelectual sobre la
eficacia de los mercados financieros esta hecha de numerosos enfrentamientos:
los precios sobre los mercados reflejan
ellos toda la información disponible? Que rol juegan ellas en la determinación
de las actividades de inversión? Los mercados financieros que funcionan bien,
nosotros lo hemos visto, son
esenciales para el éxito de una economía
de mercado. Porque ellos dirigen la colocación de un capital escaso, uno de los
recursos mas preciosos. El mecanismo de los precios esta en el corazón del
proceso de colecta, de tratamiento y de
transmisión de la información operada por el mercado. La hipótesis extremista de los “mercados eficaces” sostiene que los precios reflejan con exactitud toda
información disponible sobre el mercado y aportan por tanto a las empresas toda
la información pertinente para tomar, por ejemplo, sus decisiones de inversión. Según este análisis, es entonces,
crucial de poner primero el rol de
“descubrimiento del precio” que juegan los mercados.
Si los precios reflejan una parte de
lo que pasa en la economía, es con una cantidad de ruido externo, hacen tanto
de ruido que pocos hombres de negocios consideran a la única información proporcionada por los precios sobre esos
mercados. Cierto, el curso de las
acciones de influencia las decisiones –
porque el mercado influencia el costo del capital para las empresas. Pero que compañía siderúrgica decidiría de
invertir en una nueva acería por la simple razón que un club de inversionistas
de dentistas y de medicina a Peoria, Illinois, ve en el acero el metal de
mañana y hace entonces subir hoy día, con otros inversionistas, los cursos de
las acciones de la siderurgia? Que compañía petrolera sustentaría sus
decisiones de exploración sobre la única base del precio del petróleo de hoy
día, puede-ser debido a una especulación de corto plazo?
Si la hipótesis de los mercados
eficaces es justa y si los actores del mercado son perfectamente racionales,
ellos sabrían todo lo que no pueden hacer mejor que el mercado. En
consecuencia, todos se contentarían de “comprar el mercado”: aquel que posee
0.01% de la fortuna del país comprara 0.01% de cada activo. Es
efectivamente lo que hacen los fondos indiciels, pero, si esos fondos se han enormemente desarrollado en las tres
últimas décadas, hay una inmensa industria que busca agitar el mercado. El hecho mismo que los
actores del mercado gastan de millones y de millones para intentar de ser mejores que el mercado
rechaza las dos hipótesis gemelas: la eficacia de los mercados y la
racionalidad de la mayoría de los participantes. Lo que a dado cierta
credibilidad a la teoría, es que el difícil, efectivamente, de “agitar el
mercado”. Los precios de mercado testimonian en general una cierta coherencia: el precio de la soya
esta sistemáticamente ligado a los precios de la torta de soya y del aceita
de soya. Es fácil de evaluar la “eficacia” del mercado, así comprendido, a todo
instante (48). Pero evaluar en situaciones más complejas esta dificultad. Si
los mercados son eficaces, no habría jamás una burbuja. Por que ha habido repetición. No es simple, evidentemente, de
decir si nosotros estamos o no en una burbuja inmobiliaria: la mayoría de los
inversionistas no lo han visto, mismo si había ciertos signos reveladores. Pero algunos lo vieron (como
Jhon Paulson, que ha hecho ganar de miles de millones a su fondo especulativo).
Ello dice, la dificultad de ser mejor que el mercado
puede tener dos explicaciones muy diferentes: el mercado es plenamente eficaz y
sus precios reflejan toda información disponible; por que el mercado no es sino
una casino para los ricos y sus precios reflejan el impacto aleatorio de los
cambios de humor y de las anticipaciones. En los dos casos, los precios futuros
son imprevisibles. A final de años, pruebas fuertes se han acumulado contra la
interpretación por los “mercados eficaces”. La crisis actual ha confrontado una
conclusión sustentada sobre innumerables episodios precedentes. Por ejemplo, el
19 de octubre de 1987, las Bolsas del mundo entero han conocido un Krach: ellos
han caído en cerca del 20% o mas aun. Ninguna novedad., ningún acontecimiento puede explicar la fuerte baja
del valor del capital mundial – una devastación superior aquella que habría podido causar la peor de
las guerras. No podemos predecir este
acontecimiento, pero no se puede decir
no más que esta inestabilidad de los cursos reflejaría el tratamiento de
la información pertinente por el mercado omnisciente (49).
Hay una curiosa incoherencia en las
ideas de numerosos campeones de los mercados eficaces. Ellos creían que los mercados eran ya de una
eficacia total. Por tanto, ellos elogiaban los meritos de innovación inéditos
sobre los mercados financieros y sostenían que sus gigantescos beneficios y
bonos no eran sino la justa recompensa de los beneficios sociales de esas
innovaciones. Sobre esos mercados plenamente eficaces, sin embargo, la ventaja
de esas innovaciones era muy limitada: ellos no hacían sino reducir los costos
de transacción – ellos permitían a los individuos racionales administrar a menor costo los riesgos que
habrían podido administrar de otro modo.
Algunas personas (de los fondos
especulativos) parecen muy bien golpear regularmente el mercado. Hay una sola
manera de prevenir que sean compatibles con las hipótesis de los mercados
financieros: tener informaciones internas. Hacer transacciones bursátiles sobre
la base de una información de inicio es ilegal - si los actores del mercado piensan que otros
tienen informaciones privilegiadas, ellos estarán menos dispuestos a hacer
operaciones. Recordamos una de las
preocupaciones señaladas más arriba (en el capitulo 6): algunos bancos grandes,
casi del nivel hecho de su talla de la
envergadura de sus transacciones, tienen
una ventaja informacional. Puede ser que no violen - ninguna ley, pero el juego no es igual (50).
Se ha visto una serie de negocios que han explosionado en el otoño del 2009,
parecería que muchos en el sector de los fondos especulativos, sustentaban su
éxito sobre informaciones internas. (51).
Los mercados
eficaces y los mercados de información.-
La escuela de Chicago y sus
discípulos querían creer que el mercado de la información sera como cualquier
otro mercado. Había una demanda y una oferta de información. Los mercados eran
eficaces en la producción del acero y lo eran también en la producción y la
trasmisión de la información. Lamentablemente, mismo si la tesis según la cual
los mercados de información imperfecta se comportan de manera muy próxima de
los mercados con información perfecta,
este punto de vista no reposa sobre ningún análisis profundo, y, cuando
los economistas han investigado sobre esos problemas de los trabajos tanto
teóricos como empíricos, esas ideas se han revelado falsas.
Los argumentos teóricos son
complejos, pero esto que sigue puede dar una idea general de ciertos aspectos
de la crítica. Tomemos por ejemplo el argumento según la cual los precios de
mercado son portadores de toda información pertinente. Si es este el caso, el que se contentaría de
observarlos seria informado también completamente que el que habría hecho grandes gastos para comprar los trabajos de
investigación y análisis de datos. Pero entonces, nada incitaría a recolectar
información, y, si hay poca información,
los precios trasmitidos por el mercado no serán muy instructivos. Hay entonces,
en un sentido, una coherencia lógica a creer
en la fe de los mercados portadores de toda información y los precios de
mercado muy instructivos (52).
El razonamiento ortodoxo no ha tenido
en absoluto cuenta de las diferencias
entre el valor social y el valor privado de la información. Saber un poco antes
que todo el mundo que se viene de
descubrir un vasto campo petrolífero puede reportar enormes beneficios
privados. Yo puedo vender petróleo a plazos (en poniendo sobre una baja de los
precios) ey enriquecerme considerablemente. Yo puedo vender mis acciones en las
compañías petroleras. Yo puedo mismo ganar mas aun vendiendo acciones a esas
compañías descubiertas. En todos esos casos,
yo gano a costa de otros que pierden. Es una redistribución de la
riqueza, no una creación de riqueza. Que yo tenga esta información algunos minutos antes que todo el mundo no cambiara probablemente ninguna decisión
real, entonces el beneficio social de mi saber
es débil o nulo (53). De la misma manera, ciertos bancos de negocios muy
brillantes han hecho muchas de sus ganancias en el trading. Pero, en cada transacción, hay otra parte: las ganancias
de unos se hacen a expensas de los otros.
Desde este punto de vista, una buena
parte de los gastos de información son un derroche – esto es un curso para ser
el primero, descubrir alguna cosa antes que los otros, ganar a sus expensas. Finalmente, todo el mundo debe
gastar más para no
distanciarse.
Yo explico el problema a mis
estudiantes de otra manera. Supongamos que,
mientras que Ud. escuche mi discurso, un billete de cien dólares cae al lado de cada uno de Ud. Uds. pueden
continuar escuchando para asimilar los principios importantes de la economía.
Al final del curso, cada uno se agacha y
toma el billete de cien dólares que esta a su lado. Esta es la solución eficaz.
Pero esto no es un equilibrio de mercado.
Uno de Uds. Remarcando que sus
vecinos no se agachan, lo hace prestamente para acoger no solamente los cien
dólares que están a su lado, sino también aquellos que están a lado del vecino.
Cuando cada uno comprende lo que va hacer su vecino, todo el mundo se agacha
inmediatamente, Cada uno puede llegar antes que los otros. Finalmente, Uds.
tienen cada uno los cien dólares que
Uds. tendrían si Ud. lo había entendido,
pero el curso a sido interrumpido y vuestra instrucción comprendida.
La hipótesis
de los mercados eficaces y el fracaso de la política monetaria.-
La creencia muy expandida en las
hipótesis de los mercados eficaces a
jugado un rol en el fracaso de la Federal Reserve.Si esta hipótesis era exacta,
las burbujas no existirían. Sin llegar hasta allí, la Federal Reserve ha
sostenido que no podría repararse sino
después de su estallido – las burbujas, en un sentido, eran imposibles de
predecir. La Federal Reserve a tenido razón en decir que no se puede estar
seguro que hay una burbuja en tanto que ella no estalle, pero podemos realizar
juicios fuertes sobre su probabilidad. Toda política se mueve en un contexto de
incertidumbre, y era muy claro,
particularmente cuando la economía ha sacudido en el año 2006. Mas los precios
continuaban a subir, más se colocar, cobijar devenía inabordable, y mas era probable que se encontraba delante una burbuja.
La Federal Reserve concentraba su
atención sobre los precios de los bienes y servicios, no sobre los precios de
los activos – y creía que una suba de
las tasas de interés no desataría una recesión económica. Sobre este punto, tenía razón. Pero ella disponía también de
otros instrumentos, que eligió no utilizarlos. Ella ha cometido exactamente los
mismos errores de razonamiento que durante la burbuja tecnológica. En esta
época, habría podido aumentar los márgenes obligatorios (el monto que cada uno
debe pagar al contado parta comprar acciones). En 1994, el Congreso había
acordado a la Federal Reserve poderes
suplementarios para reglamentar el mercado
de los préstamos hipotecarios.Su presidente, Alan Greenspan , ha rechazado
utilizarlos servirse. Pero mismo si la Federal Reserve no tenia ninguna autoridad reglamentaria,
ella habría podido y debido solicitar al Congreso (exactamente como lo he
sostenido mas arriba que si ella no tenia la autoridad necesaria sobre los
bancos de negocios, ella habría podido y debido solicitar el Congreso para que
le otorgue). Durante la gestación de la
crisis actual. La Federal Reserve habría debido bajar el máximo autorizado del
informe “monto del préstamo sobre el valor de la vivienda” cuando la
probabilidad de una burbuja a aumentado – en lugar de dejar incrementarse. Ella
ha debido bajar el máximo autorizado del
informe “mensualidad del préstamo sobre el ingreso” en lugar de dejarlo
aumentar. Habría podido limitar los
prestamos hipotecarios a tasas variable – Greenspan a preferido impulsarlos. Ella habría podido limitar los
préstamos con amortización negativa y sin pruebas serias de solvencia (los prestamos
mentirosos). Tenia cantidad de
instrumentos a su disposición para hacerlo (54). Puede ser que no habría funcionado
perfectamente. Pero no hay apenas dudas que ellos habrían un poco desinflado la
burbuja.
Una de las razones por las cuales la
Federal Reserve se mostraba si flemática frente a la burbuja era otra idea
falsa: si un problema se presentaba, se le reglamentaría fácilmente. Una de las
rozones por las cuales ella creía ello es que hacia confianza al nuevo modelo de
titularización: los riesgos se habían ampliamente difundidos en el mundo entero que
el sistema económico mundial podría fácilmente absolverlos. Que es lo que se
podría hacer si lo inmobiliario se hundía en Florida?. Era una minúscula
fracción de la riqueza mundial. Aquí, La Federal Reserve a comedido dos
errores. Para empezar (como los bancos de negocios y las agencias de
calificación), ella a sub-estimado la amplitud de la correlación – los mercados
inmobiliarios sobre todo el territorio norteamericano (es decir en una gran parte
del mundo) podían hundirse en su conjunto y por razones evidentes. Enseguida
ella a sobrestimado la amplitud de la diversificación. No tuvo en cuenta que
los grandes bancos habían guardado tanto de esos títulos riesgosos sobre sus
propios libros de cuentas. Ella a sub-estimado las incitaciones al exceso de
riesgo y sobrestimado la competencia de los banqueros en gestión de riesgos
(55)-
Cuando Greenspan ha dicho que el Estado podría fácilmente
“reparar” la economía, el no ha precisado que tratar los problemas costaría a
los contribuyentes centenas de millones
de dólares y a la economía mas aun. Era una extraña idea pensar que era más fácil que reparar un
automóvil después del accidente que impedir el accidente. La economía había revelado recesiones precedentes. Las crisis asiáticas
y latinoamericanas no se extendieron hacia los Estados Unidos, sin embargo,
cada una había hecho destrucciones: pensemos en el sufrimiento de aquellos que
perdieron su empleo, su vivienda, la perspectiva de una jubilación confortable.
Desde el punto de vista macroeconómico, mismo una recesión moderada costaba muy
caro, pero los costos reales y presupuestarios de la Gran recesión en curso se
contaran en miles de millones de dólares, Greenspan y la Federal Reserve han
hecho absolutamente daño. La Federal
Reserve ha sido creada, en parte, para impedir este tipo de accidentes Ella no
ha sido creada para contentarse de ayudar a la limpieza. Ha olvidado su misión inicial.
La batalla de la economía de la innovación.-
La teoría económica admitida (el
modelo neoclásico analizada al comienzo de este capitulo) no ha dicho gran caso
sobre la innovación, bien que lo esencial de la suba de los niveles de vida en
los Estados Unidos en los cien últimos años se ha debido al progreso técnico (56). Todo como
“la información” lo he dicho, la
innovación ha sido excluida en los antiguos modelos.
Como los economistas ortodoxos
comprendieron la importancia de la innovación, han ensayado de elaborar las teorías
para explicar su nivel su orientación
(57).Para esto, han reexaminado ciertas
ideas avanzada por dos grandes economistas de la primera mitad del siglo XX.
Joseph Shumpeter y Friedrich Hayek que el pensamiento dominante había un poco
dejado al margen.
Schumpeter, un Austriaco que ha
efectuado ciertos de sus trabajos mas influentes en Harvard, criticaba el
modelo admitido de mercado competitivo. El se concentraba sobre la competencia
por o para la innovación. Según el, cada mercado era dominado momentáneamente
por un monopolista, pero era rápidamente
reemplazado por otro innovador, que devenía en el nuevo monopolista. Había
competencia para los mercados mucho más
que competencia sobre los mercados, esta
competencia pasaba por la innovación.
Había evidentemente mucho de verdad
en los análisis de Schumpeter. Su interés para la innovación constituía una
gran progreso en relación al análisis económico en vigencia (las teorías walrasianas
de equilibrio general analizadas al comienzo de este capitulo, que ignoraba la
innovación). Pero Schumpeter no había planteado los problemas cruciales: Los
monopolios van ellas a tomar medidas
para disuadir la entrada de rivales? Los innovadores van ellos a buscar a
arrebatar la parte del mercado de un
“poseedor de títulos” en lugar de desarrollar una idea verdaderamente
nueva? Podrían sostener, en algún sentido
que esto fue, un proceso de innovación eficaz?
Las experiencias recientes muestran
que la vida no puede ser también rosada como lo pretenden los campeones del
mercado. Microsoft, por ejemplo, se apoya sobre
su poder de monopolio en el sistema de explotación de computadoras
personales para asegurar un rol dominante en las aplicaciones como el tratamiento de texto, las hojas de
cálculo y los navegadores. En aplastar
sus competidores de esta manera, a paralizado
la innovación de sus potenciales rivales. De hecho un monopolista que tiene un
mercado puede tomar numerosas medidas para impedir la entrada y mantener su
posición de monopolio. Ciertas de estas medidas pueden tener una valor social
positivo - si el se contenta por ejemplo
de innovar mas rápido que un rival. Pero otras no tienen ninguna ventaja social
que pudiese recomprarlas. Cierto, en una
economía dinámica, toda firma dominante terminara ser desafiada. Toyota ha destronado a la General
Motors; Google desafía Microsoft en muchos dominios. Pero que la competencia terminase por funcionar no prueba la
eficacia global de los mecanismos de mercado, ni el bien sustentado del
dejar-hacer de la no-intervención.
Hayek , con Schumpeter, se distancian
del pensamiento de equilibrio que
dominaba la teoría económica en vigor. El escribía en el contexto de las
controversias creadas por el comunismo. Donde el Estado asumía un rol dominante
en la gestión de la economía. En los sistemas comunistas, la toma de decisión
era “centralizada” en una oficina de planificación. Entre aquellos que habían
conocido la Gran Depresión y constatado la mala colocación masiva de los
recursos – y los enormes sufrimientos humanos- , ciertos estaban convencidos
que el Estado debería jugar el rol central en las decisiones sobre la atribución de los recursos. Hayek refutaba
estas ideas: el defendía las ventajas informativas de un sistema de
precios descentralizado, pero
también, mas ampliamente por la
evolución descentralizada de las instituciones. Tenía razón. Como lo hemos visto, decir que cada uno de los planificadores no podría
nunca llegar a justarse y a tratar toda la información pertinente, pero ello no
significa que el sistema de precios
libros y sin trabas sea el mismo eficaz.
Hayek era influenciado por la
metáfora biológica de la evolución (contrariamente a Walras, que había sido
inspirado por las ideas de la física del “equilibrio”). Darwin había hablado de la sobrevivencia del más
apto, y el darwinismo social afirmaba, en la misma vena, que una competencia
despiadado, no dejaba sobrevivir sino las empresas más aptas, aseguraría
siempre más eficacia en la economía. Para Hayek, era un artículo de fe, pero en
la realidad los procesos evolucionistas no guiados pueden conducir como no
conducir a la eficacia económica. Lamentablemente, la selección natural no elige necesariamente las empresas (o las
instituciones) mejores para el largo
plazo (59). Una de las principales criticas que se dirige a los mercados
financieros es relevadora: Ellas han devenido de mas en mas miopes. Ciertos
cambios institucionales (la concentración
de los inversionistas sobre los rendimientos trimestrales, por ejemplo)
han hecho mas difícil para las empresas
de ver las cosas a largo plazo. En la crisis actual, ciertos han señalado que
ellas no desearían jugar de palanca en tanto que lo habían hecho – ellas eran
consientes del riesgo – pero que, si
ellas no lo habían hecho, ellas no habrían sobrevivido. Los rendimientos de
capitales propios habrían sido débiles. Lo que los actores del mercado habrían atribuido el daño a una falta de
innovación y de espíritu de empresa, y el curso de su acción habría caído.
Ellas veían bien que no tenían elección:
debían sobrevivir a la tropa – con
efectos desastrosos a largo plazo, para sus accionariados como para la economía.
Punto interesante: bien que
Hayek haya devenido un dios en los
conservadores, el mismo comprendía (como Adam Smith) que el Estado tiene un rol
importante a jugar, “Nada, sin duda. No tiene en tanto negada a la causa
liberal que los liberales que insisten de manera inflexible sobre ciertas
reglas. Particularmente el principio de dejar-faire” ha escrito. A sus ojos, el
Estado debía actuar en diversos dominios. Como la reglamentación de los
horarios del trabajo, la política monetaria, las instituciones o la circulación
de una información correcta (60).
Las teorías económicas del último
cuarto de siglo considerablemente han esclarecido
las razones de los frecuentes fracasos de los mercados y las medidas posibles
para hacerlo funcionar mejor. Los ideólogos de la derecha y los economistas que
les han dado los argumentos – con el sostenimiento de los intereses financieros
que se benefician tanto del movimiento de desreglamentación – han elegido
ignorar esos procesos del conocimiento. Ellos han parecido hacerse semejante
como Adam Smith,y Friedrih Hayek habían
dicho todo sobre la eficacia de los mercados – puede ser poniéndolos al gusto del jugador con la ayuda de ciertos modelos matemáticos
extravagantes que corroborarían sus resultados-, pero han ignorado la puesta en guardia de esos
autores sobre la necesidad de la intervención del Estado.
El mercado de las ideas no es más
perfecto que el de bienes, del capital o del trabajo. Las mejores ideas no
ganan siempre, al menos en el corto plazo.
Pero felizmente, mientras que lo absurdo de los mercados perfectos domine bien
los sectores de la profesión de los
economistas, ciertos investigadores se han esforzado de comprender como los
mercados funcionan verdaderamente. Hoy día, sus ideas están allí, a disposición
de aquellos que quieren construir una economía mas estable, mas prospera y mas
equitativa.
Notas bibliográficas.-
(1).- La teoría según la cual el New
Deal de Franklin Roosevelt ha agravado la situación económica emanada por lo
esencial del periodismo de derecha; ver por ejemplo el libro de Amity Schaes. The
Forgotten Man: A New History of the Great Depression, New York, Harper-Collins,
2007. Pero ciertos economistas universitarios han sostenido entonces que la
crisis actual esta en pleno desarrollo, el Council on Foreing Relations a
organizado, el 30 de marzo del 2009, para celebrar el fracaso de la economia
Keynesiana, un coloquio sobre el tema “Reexamen de la Gran Depresion y del New
Deal”.
(2).- Ver, E
Cary Brown “Fiscal Policy in the Thirties: A Reappraisal “American Economic
Review. Vol46. Nro5, diciembre 1956, pag 857-879 y Peter Temin, Lessons from the Great Depression
(Lionel obbins Lecture), Cambridge, MA, MIT Press, 1989.
(3).-En 1936, el gastos presupuestario
total era de 10.5% del PIB, pero ella ha bajado a 8.6% en 1937 y a 7.7% en
1938. Estos mismos años, el déficit presupuestario ha sido
respectivamente de 5.5%, 2.5% y 0.1% del PIB (Office of Mangement and Budget,
Budget of the United States Government: Histiorical Tables Fiscal Year 2010,
“Table 1.2: Summary of Receipts, Outlays, and Surpluses orDecicits (-) as
Porcentages of GDP : 1930-2014” , en ligne , la dirección: http://www.gpoaccess.gov/USbudget/ty01z2.xls).
(4).- Como Keynes lo ha dicho con
fuerza: “El largo plazo es una guía equivocada para los acontecimientos
actuales. A largo plazo, todos nosotros estaremos muertos. Los economistas
se dan una tarea muy fácil y muy inútil
si, en un periodo tempestuoso, se contentan de decirnos que cuando la tempestad
pase regresaría la calma en el océano” (John Maynard Keynes, “La teoría de la
moneda y los intercambios extranjeros”,
Capitulo 3 de La Reforma Monetaria [A Tract on Monetary Reform,1923] trad. fr.
De Paul Franck, Paris, Simon Kra. 1924 [traducción modificada].
(5).- Charles Kindleberger, Historia
mundial de la especulación financiera, trad, fr. De
Pierre-Anoine Ullmo y Guy Russell, Hendaye, Valor 2004, y Carmen M Reinhart y
Kenneth S. Rogoff, This Time Is Different: Eight Centuries of Financial Folly,
Princeton. NJ, Princeton University Press, 2009.
(6).-
Franklin Allen y Douglas Gale, Understanding Financial Crises Oxford university
Press, 2007.
(7).- Leon Walras, Elementos de economía
política pura o teoría de la riqueza social, Paris, Guillaumin et Cie, 1874;
reed. In Leon Walras. Obras económicas completas. T VIII, Paris, Economica,
1988.
(8)Kenneth J.
Arrow. “An Extension of the Basie Theorems of Classical Welfare Economics”, in
J. Neyman (ed.) Proceedings of de Second Berkeley Symposium on Mathematical
Statictics andProbability, Berkeley, University of Californoa Press. 1951, p.
507-532: Gerard Debreu, “Vañluation Equilibrium and Pareto Optimum”,
Proceedings of the National Academy of Sciences, vol. 40, nro.77, 1954, pag.
588-592. Et Therie de la Valeur: analyse axiomatique de l´equilibre economique,
trad, fr de J-M Comar et J. Quintard, 3ra, edición, Oaris Dunod, 2001.
(9). Se la eficacia así definida como
“pareto-eficacia” del nombre de Vilfredo Pareto, el economista italiano que ha
sido el primero que ha formulado esta noción en su libro: Manual de Economía
política en 1906.
(10) Gerard Debreu. Teoría del valor:
análisis axiomático del equilibrio económico, op, cit.
(11) Ver en
particular Bruce Grenwald y Joseph E.
Stiglez, Externalities in Economies with Imperfet Information and Incomplete
Markets” ,Quarterly Journal of Economics, vol 101, 1986, pag. 229-264-
(12) Este caso de figura, donde las
pequeñas modificaciones, por ejemplo en el valor de parámetros, pueden cambiar
considerablemente los resultados, es frecuente en las ciencias físicas. Los
economistas lo habían simplemente excluido por postulado. Como lo había dicho
Alfred Marshall, uno de los grandes economistas de fines del siglo XX, “natura
non facit saltum”, “la naturaleza no hace saltos” (ver principios de economía
política, trad. Fr. De Firmin Sauvaire.- Jouyrdan y Savinien
Bouyssy, Paris, Giard y Briere, 1906,1909. Red. Fac-simple. Gordon and Breach,
(1971). Es verdad en el cuadro de ciertas hipótesis matemáticas, pero estas
hipótesis no son generalmente satisfactorias
cuando se analiza los mercados de
información o innovación endógena.
(13)Esta teoría es llamada neoclásica para distinguirla de la economía
clásica asociada a Adams Smith y David Ricardo. Ella pone el acento sobre el
valor marginal atribuido a diferentes
bienes por los individuos.
(14)Cuando era presidente del Comité de
los Consejeros económicos uno de los problemas que encontré ha sido el de
reclutar un macro economista. La macroeconomía se preocupa de las grandes
evoluciones de la producción y el empleo. Como lo explique líneas arriba, los
modelos dominantes enseñados en la mayoría de las universidades están
sustentados sobre la teoría neoclásica. Me preguntaría como el Presidente, que
había sido elegido por el programa “ De los empleos! De los empleos! De los
empleos! Vaya a reaccionar cuando uno de los mejores economistas y mas
inteligentes de nuestros jóvenes economistas le explicaría que el desempleo no
existe.
(15)Cuando se postula que cada uno puede
prestarse fácilmente, el desempleo deviene evidentemente menos doloroso.
(16)El articulo clásico de Franco
Modigliani y Merton Miller es “The Cosr of. Corporation
Finance and the Theory Of Investment”. American Economisc Review, vol48, nro. 3
1958, p.261-297. Ellos sostenían también
que ello no hacia ninguna diferencia para las empresas de pagar los
dividendos o de guardar sus acciones. Su
análisis inicial ignoraba el impacto de las fiscalía, pero los estudios
posteriores han hecho salir un “paradoja de los dividendos”. En el cuadro de la
teoría Modigliani-Miller, las empresas podían
reducir el total de los impuestos sobre las sociedades y sobre las
personas recomprando las acciones en
lugar de pagar los dividendos. Lo que daría la impresión que ellas pagarían
voluntariosamente al fisco centenas de miles de millones de mas de lo que no habrían debido- Ver Jose Joseph
E. Stiglitz, “Taxation, Corporate Financial mPolicy and the Cost of Capital”,
Jpournal of Public Economic. Vol.2, 1973, p. 1-34- Esta paradoxa de los dividendos ha engendrado una enorme literatura, Yo no he estado convencido por ninguna de las
explicaciones sustentadas sobre los modelos de la racionalidad.
(17)El año ultimo, la remuneración media
de los PD-G de la Standard and Poor`s5000 a sido de 10,5 millones de dólares,
344 veces de los trabajadores
norteamericanos. Las remuneraciones de los managers de los fondos de
inversiones privados han subido aun mas alto en la estratosfera salarial. Los
cincuenta primeros managers de los
fondos especulativos y de los fondos de gestión de fortunas privadas han
recibido el año último en promedio 588 millones cada uno, mas de 19,000
veces de los que han ganado los
trabajadores ordinarios norteamericanos
(Sarah Anderson y al, “Exetutive Excess 2007: How Average Taxpayers Subsize
Runaway Pay”, 15 e estudio anual de las remuneraciones de los PD-G, Institud
for Poilicy Studies et United for a Fair Economy, Washington. DC et Boston, MA
24 mde agosto del 208, en línea la dirección
).
(18)Ver por ejemplo Gary Becker, The
Economics of Discrimination, Chicago, University of Chiocago Press, 1957,
Becker a recibido el premio Nobel en
1992, Otros laureados del premio Nobel han publicado criticas fuertes de su
teoría: Kenneth Arrow, Edmundo Phelps y yo mismo. Ver por
ejemplo Joseph Stiglez. “Appoaches to the Economies if Discrimination”,American
Economie Review, vol 63. Nro.2, 1973. P. 287-295, y “Theries of Discrimination
and Economie Policy”,in George M. von Fur………..y otros.
(19) Mis conversaciones con Georges
Akerlof, que ha compartido conmigo el premio Nobel en el 2001, particularmente
me han influenciado.
(20)Uno de los principales desarrollos
de la teoría económica moderna es la teoría de los juegos, que analiza las
interacciones estrategias, en particular en pequeños grupos de “jugadores”. La
teoría de los juegos ha sido particularmen útil para analizar los mercados no
competitivos. Pero ella ha sido también útil para explicar la persistencia de
la discriminación. Mismo aquellos que no han tenido ningún prejuicio racista
pueden ser sancionados por otros si
ellos se distancia de la norma discriminatoria. Y aquellos que no los
sancionaran pueden ellos mismos ser sentenciados. Se puede servirse de esos
modelos para explicar la persistencia de las políticas segregacionistas en el
sur de los Estados Unidos y otras formas de discriminación. Etc.-etc.-
(21) Ver por
ejemplo Roberth H. Frank, Thomas Gilovich y Dennis T. Regan, “ Does
StudyingEconomics Inhhibit Cooperation ¿, Journal of Economic Perspectives,
vol, 7 Nro.2 printemps 1993 1993,p.159-171. Anotemos con interés que en otro gran
libro, Teoría de los sentimientos morales (1759), Adam Smith a analizado todas
esas cualidades humanas.
(22)Ver el informe de la Comision
internacional sobre la medida de la perfonance económica y del progreso social, en línea, la
dirección>http:www.etglez-sen-fitoufi.fr>, asi como “la Interdicción
general” de Jean-Paul Fitousi, Amartya Sen y Joseph E. Stiglez. Esta Comisión
ha sido nombrada por el presidente de la república francesa Nicolás Sarkozy, yo
he sido el presidente y Amartya Sen el consejero.
(23)Despues la publicación de Bowling
Alone: The Collapse and Revival of American Community, New York, Simon and
Schuster, 2000, Robert Putman a tomado una iniciativa:: crear el “Seminario de
Saguaro: Compromiso cívico en la America Latina, a fin de elaborar ideas para
incrementar los contactos de los americanos entre ellos y sus lazos con las
instituciones locales. Los treinta participantes han salido de la universidad,
de bellas artes, del clero, de los medios de negocios, y cuentan con altos
responsables de los dos grandes partidos políticos. Ha salido un libro de sus
trabajos, Better Togother, y el sitio de internet >http://www.bettertogether,org> proponen
estrategias `para resucitar el compromiso cívico en los Estados Unidos. Ver
Lewis M. Feldstein. Don Choen y Robert Putman: Restoring the American
Community, New York, Simon and Schuster,2003.
(24)Hay sin embargo una literatura
importante y en expansión sobre el sujeto, Ver por ejemplo Richard Layard, El
precio de la felicidad_: lecciones de una ciencia nueva, trad, fr, de Cristphe
Jaquet, Paris, Armand Colin, 2007, y el Informe de la Comisión Internacional sobre
la medida de la performance económica y del progreso social, op. cit.
(25)Ver Dan Ariely, Es (
verdaderamente?)yo que decido, trad, fr. De Christphe Rosson, Paris Flammarion,
2008 ( el titulo original de este libro es Oredictably Irrational).
(26)Ver por
ejemplo R. Shiller, Exuberance irrationnelle, op.cit; y Robert J Shiler, The
Subprime Solution: How Today``s Global Financial Crisis Happened, and What to
Do about It, Princeton, Princeton University, 2008.
(27)Si se sabe que una burbuja va ha
explosionar en veinte años, ella no se
formaría jamás, nadie quisiera detener el activo al instante que preceda el
hundimiento. Pero ello quiere decir que el hundimiento se producirá en ese
instante allí. Lo sabemos, en virtud del
mismo razonamiento, la burbuja explosionara en efecto en el momento que
precederá ese instante allí. Es fácil de ver
de cerca en cerca la burbuja desaparecer. Notemos bien que,
contrariamente a una creencia muy expandida, las anticipaciones no son suficientes para excluir la posibilidad
de las burbujas. Las burbujas pueden existir con anticipaciones racionales en
tanto que gentes diferentes tienen informaciones diferentes (lo que es
manifiestamente el caso). Cuando los fanáticos del mercado que dirigían la
Federal Reserve han supuesto que con
todos los finos conocimientos que tenían
sobre los mercados no podía haber burbujas, ellos se aventuraron mas allá de lo
que la teoría económica había establecido. Ver por
ejemplo Markus K. Brunnermeier, “Bubbles”, in Steven N. Durlauf et Lawrence E.
Blume (ed) , The New Palgrave Dictionary of Economics, 2da ed. New York,
Palgrave Macmillam, 2008. Dilip Abreu et Markus K. Brunnermeier, “Bubblees and
Crashes”, Econometrica, vol71, Nro.1, janvier 2003, p.173-204; et Roger Guesnerie, Assessing Rational
Expextation: Sunspot Multiplicity and Economic Fluctuations t. I Cambrige, MA. MIT Pres 2001-.
(28)Bien que pueda también existir
modelos de comportamiento vulgar “racional”, donde cada uno hace deducciones a
partir del comportamiento de los otros, Ver por ejemplo Andre Devenow y Evo
Welch, “Rational Herding in Financial Economics” European Economic Review, vol
40, Nro. 3-5. 1996. P. 603-616.
(29) Jared Diamond, Hundimiento, Como
las sociedades deciden su desaparición o
sobrevivir, trad, fr. Agnes Botz y HJean-Luc Fidel, Paris, Gallimard, 2006,
reed. “Folio”, 2009.
(30)La argumentación a favor de la intervención del Estado a sido
reforzada por investigaciones que han relevado que el ser humano subestiman
sistemáticamente ciertas posibilidades de débil riesgo. La mayoría de la gente hace
mal en llevar juicios sobre los acontecimientos inciertos, particularmente si
estos últimos tienen poca suerte de producirse.
Ellos van ha comprar seguros-
manifiesta así una muy fuerte aversión por el riesgo- y al mismo
tiempo hacen desafíos- creyendo,
aparentemente tener una suerte de ganar.
(31)Precisar lo que entendemos por
“mejor” en ese contexto planteado de
problemas filosóficos complejos. En el estricto mínimo, se quiere hacer una
suerte que la gente siga políticas de ahorro y de inversión que tienen fuertes
posibilidades de evitar una baja pronunciada de su nivel de vida o de su nivel
de consumo cuando ello serán viejos. Ver Richard H. Thaler et Cass
R. Suntein. Nudge: Improving Decisions
about Health, Welalth, and Happiness New Haven, Yale University Press. 208.
(32) J.M. Keynes, Teoría general del
empleo, el interés y de la moneda,op,cit.p173.
(33) La administración Obama puede estar
motivada también por un libro influyente, publicado en la misma época por
George A. Akerlof y Robert J. Shiller, Animal Sipitis: How Human Psychology
Drives the Economy, and Why It Matters for Global Capitalism, Princeton,
Princeton University Press, 2009.
(34) Ver por ejemplo B. greenwald y J.E.
Stglitz, Economía Monetaria: un nuevo paradigma, op, cit.
(35)George Soros, en su teoría de la
reflectividad, señala que el comportamiento y las anticipaciones dependen de
las anticipaciones y de las creencias de los otros. Pero esta interdependencia
no significa que se pueda pasar de un equilibrio a otros anunciando que hay
“pousses vertes”, Ver Soros, La verdad sobre la crisis financiera, op.cit.
(36)Paul Samuelson ha sido uno de los
grandes economistas del siglo XX. Ha jugado un rol crucial en la introducción de las ideas Keynesianas
en los Estados Unidos, en particular gracias a su manual Ecopnomics: An
Introductory Analysis [L`Economia, trad. Fr. De FRancoise ÑLarbre y Alain
Thomazo, Paris, Economica, 2000] que, a partir de 1948 fecha de su primera
publicación, ha sido la biblia de los estudiantes de economía durante un cuarto
de siglo. El ha intentado conciliar las
teorías microeconómicas y macroeconómicas en medio de lo que el llamaba la
síntesis neoclásica: Había dos regímenes, un régimen de desempleo y un régimen
de pleno-empleo. Cuando el Estado había llevado la economía al pleno empleo,
los resultados de la teoría “ortodoxa” sobre los mercados eficaces rede vendría
aplicables. La síntesis neoclásica de Samuelson era una aserción que los
creyentes han admitido todo como un articulo de fe durante años, pero ella no
reposaba sobre ningún fundamento teórico. Ver el análisis que sigue para una
critica de este punto de vista.
(37)Muchos economistas de la universidad
de Chicago no suscriben, uno o varios principios de la “escuela de chicago”.
Como en toda escuela de pensamiento en economía, hay numerosas variantes. Uno
de los mas influyentes se llama la teoría del “ciclo de negocios real”, porque
que ella busca explicar los altos y las bajas de la economía no en términos de política monetaria sino
como resultado de chocs “reales” sufridos por la economía, tales como aquellos que son relacionados al
desarrollo de tecnologías nuevas.
(38)La hipótesis de los mercados perfectos
ni un rol menos importante en muchas de sus conclusiones. Ella implica que no hay ningún racionamiento de crédito y
ningún desempleo. La hipótesis del agente representativo (donde la vida es
infinitamente larga) prohíbe de analizar
las consecuencias de una redistribución de ingresos de los jóvenes hacia las
personas adultas o de los ricos hacia los pobres. Ello significa también que
las gentes que gozan hoy día de beneficios de los gastos del Estado son los
mismos que tendrían que pagar los
impuestos mañana.
(39) Los adversarios de los gastos del
Estado para estimular la economía señalan sus efectos sobre la oferta: a causa
de los impuestos, se va menos ahorrar y menos trabajar. Pero, a corto plazo,
menos ahorro no significa mas consumo,
lo que en realidad es positivo; y porque hay trabajadores que no
encuentran empleo, la baja de la oferta
de mano de abro no tiene ninguna consecuencia negativa. La argumentación según
la cual los impuestos futuros desincentivan el trabajo, por tanto agravan la
situación de la sociedad,, es un nuevo ejemplo de las incoherencias
intelectuales que caracterizan en trabajo de la escuela de chicago: si todo el
mundo es idéntico. El Estado aplicaría a cada uno el mismo monto global (esos
impuestos no dependerían ni del ingreso ni de ninguna otra acción de los
trabajadores). De tales impuestos no crearían ninguna distorsión, y el trabajo
seria en efecto impulsado.
(40)Ver en
particular Bruce Greenwald y Joseph Stiplitz, “Keynesian, New Keyneias and New
Classical Economics” Oxford Economie Papers, vol 39, marzo 1987, p. 119-133.
(41)Esta visión de las cosas. Cuyo
origen se remonta a John Hicks, un economista de Oxford que ha recibido el premio nobel en 1972 (y
uno de mis predecesores en tanto que profesor Drummmond de Economía Política en
All Souls College), ha sido de hecho, el análisis dominante durante lo esencial
de la segunda mitad del siglo XX.
(42) El padrino intelectual de esta
segunda corriente es Irving Fisher, en su articulo clásico de 1933 ( ·The debt
Deflation Theory of Great Depressions”, Econometrica, vol1 p.337-357); en su reencarnación moderna, este pensamiento
a sido impulsado mas lejos por Hyman
Minsky……..así como por Bruce Geeenwald y yo mismo en una serie de artículos
publicados a partir de comienzos de los años 1980, particularmente “Financial
Marke. Imperfections and Business Cycles”, Quarterly Journal of Economics vol.
108. Nro. 1, fevrier 1993, p. 77-114, trabajo que ha llegado a nuestro libro
Economía Monetaria: un nuevo paradigma, op.cit..
(43)La idea era que existía una tasa desempleo
“natural”, por tanto los esfuerzos para reducir el desempleo disminuyendo las
tasas de interés eran condenadas al fracaso -
ello no conduce sino a una inflación de mas en mas rápida. Hay un grano de verdad en esta
teoría: las anticipaciones de la gente sobre las perspectivas de la inflación
pueden depender de sus experiencias, y esas anticipaciones pueden influir sobre
las futuras reivindicaciones salariales y las futuras tasas de inflación. Pero
la existencia de una relación estable entre las tasas de evolución de la
inflación y la tasa de desempleo resta más controvertida. Hay asimismo una
incertidumbre sobre los niveles de
desempleo debajo de la cual la inflación comienza ha aumentar, como lo habíamos
ya señalado. Ver por ejemplo J.E. Stiglez, “Reflections on the
Natural Rate Hypothesis”, Journal of Economic Perspectives, vol 11, nro.1,
hiver 1997, p.3-10-.
(44)El debate resta abierto sobre los
niveles de inflación precisos a los
cuales los problemas comienzan ha incrementarse, y este nivel puede cambiar de
un periodo a otro. Según un amplio consenso, las tasas de inflación inferiores
a 8-10% no tiene efectos negativos importantes, y ciertos países como la
Turquía, han tenido éxito en continuar su crecimiento con tasas muy elevadas.
En el mismo tiempo, con la rigidez de los precios a la baja, puede haber
problemas de ajuste cuando la tasa de inflaciones es muy débil. Ver
George A. Akerlof, Willam R. Dickens y George: Perry, “The Macroeconomics of
Low Inflations”. Brookings Papers on Ecopnomy Avtivite, vol 27, nro.1
1996, p. 1-76.
(45) Diremos, para reírnos un poco, que
la Federal Reserve estaba bien decidida
a aprobar que la inflación baja a moderada tiene un fuerte impacto negativo
sobre el crecimiento, pero que, entre
sus numerosos excelentes econometristas, ninguno ha podido pretender la recompense que seria evidentemente ir a
cualquiera que habría tenido éxito en demostrarla.
(46) Había otra critica contra la
inflación: a causa de ella, la gente tenia menos dinero que ella no es “eficaz”
de tener, menos que ellos no tendrían en
un mundo de estabilidad de los precios. Mismo si esta idea podía tener cierto
sentido en otras veces, ella no tiene mas curso en el mundo moderno donde el
dinero reporta casi siempre intereses. Cuando la inflación aumenta, la tasa de
interés (nominal) aumenta también. Esta inflación que se consagra a la perdida
de eficacia como una inflación moderada podría eventualmente provocar llevando a la gente a detener un poco menos dinero -
por tanto que se desinterese de la manera como una burbuja puede destruir
toda la economía – muestra hasta que punto ciertas corrientes de la economía
universitaria han perdido el contacto con el mundo real.
(47) Si se concentra sobre una solo cosa,
las otras cosas riesgan fuertemente de
ser descuidadas. Hay por otro lado una
proposición general: estabilizar los precios conduce a la inestabilidad de las
cantidades y viceversa. No solamente la concentración sobre la inflación
garantiza la estabilidad real, sino ella a también debilitado el crecimiento a
largo plazo – contrariamente a lo que pretenden los campeones del objetivo de
la inflación.
La experiencia de la mayoría de los
países en materia de crisis, es que ellos no atrapan casi nunca el tiempo
perdido. El crecimiento termina por repartir
quince años mas tarde la producción es mas débil que lo que ella abría sido si
no hubiese habido crisis.
(48)Un ejemplo aun más simple,
frecuentemente citado, es que, sobre un mercado plenamente eficaz, una botella
de un litro de kétchup cuesta dos veces mas caro que una botella de medio
–litro de kétchup. Hay costos de transacción (el embotellamiento y el
transporte), por tanto, en realidad, el precio de la botella de un litro será
frecuentemente inferior al doble del precio de la botella de medio-litro.
(49) En la teoría de los mercados
eficaces, el valor de una acción es evaluada ser igual al valor de descuento
actual en atención de los dividendos
futuros. Entonces una baja del 20% del valor del mercado significaría que, por
una razón cualquiera, las anticipaciones sobre los dividendos futuros súbitamente han disminuido de ese porcentaje. Ninguna
noticia podría explicar “racionalmente” un tal cambio de las anticipaciones.
Para un excelente análisis popular de
esta idea de imposibilidad de abatir el mercado, ver Burt Malkiel, Une Marche
au asar a travers la Bourse, trd. Fr. De Eric Pichet, Hendaye, Valor,. 2005,
Por un razonamiento poderoso contra la
hipótesis de los mercados eficaces, ver R Shiller, Exuberancia irracional, op.
Cit.
(50)Otro ejemplo: Los miles de millones
que ganan ciertos bancos de negocios y fondos especulativos están informados ligeramente del avance de
los flujos de órdenes de compra o de venta de acciones (método llamado flash trading
o “especulación a los mil segundos”).
Cierto, si los perdedores son
racionales, comprenderían que, desde son
trucados dejarían el juego. Los bancos de negocios hacen en parte sus
beneficios a costa de esas participaciones irracionales que quieren creerlos,
ellos también, primeros de la clase, pero en parte igualmente a los gastos de
los Estados cuando ellos intervienen sobre los mercados, por ejemplo cuando ellos
ensayan estabilizar las tasas de cambio
durante una crisis monetaria, como yo lo he explicado en La Gran desilusión.
Op.cit.
(51)Hay otra manera de aparecer mejor
que el mercado: tomar mas riesgos sin que esto sea plenamente visible, Ver
análisis del capitulo 6.
(52)Ver
Sanford Grossman y Joseph E. Stiglez, “On the Impossibility of Informationalle
y Effcient Markets”, American Economic Review, vol 70, nro.3, junio 1980,p.
393-408. Nosotros habíamos también mostrado que los mercados no pueden “agregar”
perfectamente y completamente las informaciones
disparatadas de los diversos agentes del mercado. Ver
S. Grossman y J.Stiplez, “Information and Competitive Price Systems”, American
Economic Review, vol66, nro. 2 mayo 1976, p 246-253.
(53)Esta
distinction entre rendimiento social y rendimiento privado de la informacion ha
sido vigorosamente señalado por Jack Hirshleifer en “ The Private and Social
Value of Information and the Reward to Inventive Activity”, American Economic
Review, vol61, n.4 setiembre 1971, p. 561-574, y por Joseph Stuglez “The Theory
of Screeming, Education and the Distribution of Income”, American Economic
Review, vol.65, c3. Junio 1975, p 283-300.
(54)La razón por la cual la Federal
Reserve a pretendido mentirosamente que ella no tenia los
instrumentos que le permitan desinflar
una burbuja- o mismo que ella no podía
detectar una burbuja- es, podría ser que ella no quiera hacer nada. Esto ha
sido, desde su punto de vista, una interferencia en el mercado- mismo si, de
toda evidencia, se ha visto fijar las tasas de interés, es interferir en los
mercados.
(55)Lo que ha reconocido Alan Greenspan
en su celebre mea culpa delante el Comité de Vigilancia de la Cámara de
representantes, presidida por Henry Waxman, 23 de octubre del 2008, Ver mas
arriba en análisis de sus propósitos.
(56)Según ciertas estimaciones, más del
80% del aumento del ingreso por habitante han sido debidos la innovación mucho más que a la acumulación
del capital o al mejoramiento de las calificaciones de los trabajadores. Otras
estimaciones dan un poco mas de importancia a la acumulación del capital. Ver
Robert R. Solow, “Technical Chage and the Aggregate Producction Function”,
Review of Economics and Statistics, vol39, n 3 1957 p. 3112-320.
(57)Estas teorías eran calificadas de
“endógenas” por que las explicaciones de la innovación se encontraban al
interior de la teoría- ellas no eran “exógenas”, exteriores a la teoría. La
teoría del crecimiento endógeno remonta al trabajo deHirofumi Uzawa…..
(58)Joseph A. Schumpeter, Capitalismo,
socialismo y democracia, trad fr. De Gael Fain, Paris, Payot, 1961.
(59) La selección natural no funciona
bien, particularmente cuando los mercados de capitales son imperfectos – y
ellos lo son siempre, Ver J.E. Stiglez. “Indormation
nd Economic Analysis”, in J.M. Parkin y A.R. Nobay (ed) Current Econimic Problems:
The Proccedings of the Association of
University Teachers of Economics, Manchester 1974, Cambrigge, Cambrige
University Press, 1975,p. 27-52-
(60) Friedrich Hyek. La Route de la
servitud, trad. Fr. De Georges Grumberg, Paris, PUF, coll “Quadrige”, 4ta
edicio. 2005.
(61) Mismo si, en la continuación de su
obra, Hayek parece haber tenido algunos enseñanzas sobre el rol de los bancos
centrales.
* Para comprender
el razonamiento, es necesario saber, como Joseph E. Stiglez lo ha precisado un
poco más lejos, que en los Estados Unidos la suba de los precios de
alimentación y de la energía no es tomado en cuenta en la tasa de
inflacion(contrariamente a lo que pasa en
Francia). Según aquellos que justifican esta elección estadística, la
tasa de inflación medirá mejor el ritmo de la suba general de los precios en
toda la economía si se excluye las fluctuaciones brutales específicas de los
precios alimentarios y energéticos que pueden estar relacionados a factores
meteorológicos u otros. En el caso del choc petrolero, hay entonces una “causa
común”-la suba sorprendente de los precios de la energía-con el empobrecimiento
de los consumidores (debido esencialmente al encarecimiento considerable de la
gasolina u del petróleo) y a la suba de la tasa de la inflación) la suba de los
precios no energéticos, impulsados por el encarecimiento de los recursos energéticos en todos los
sectores). Pero no es la suba de la tasa de inflación que es la causa primera
principal del empobrecimiento de los consumidores.
1.- Traducción de ultimo libro publicado
por Joseseph Stiglez : “ Le tromphe de la cupidite” editorial Babel -2010,